Tras cuatro años sin pisar el Parque Sarmiento en Carcarañá, el Festival Psicotropía celebra su séptima edición en el punto geográfico que vio nacer su historia. La cita es este sábado 8 de abril.
Todo está apagado. Además, por supuesto, está oscuro. Quizás demasiado. Estático, sin dudas. Hay pocos lugares para tocar. Escasea el intercambio de información entre vieja y nueva guardia. Sentirse cómodo, al menos un rato, es tarea ardua. En Rosario hay demasiada estrechez. Reina el securitismo, la burocracia y las franquicias gastronómicas. Siempre hace falta un viento fresco que traiga oxígeno, una brisa que rescate. Al menos por unos días, los suficientes para recomponer energías, cambiar la cabeza, volver a amigarse con la sensación de que la vida puede ser otra cosa más que laburar y laburar. Hacen falta experiencias. Se necesitan experiencias. Se atesoran. Nos hacen. Nos forman. Nos regalan recuerdos. Psicotropía, por encima de todas las cosas, es una experiencia colectiva. La construcción es mutua. La conforman tanto artistas como público. Todas las partes involucradas parecen compartir una pequeña verdad, un pequeño secreto: nadie puede ser realmente feliz en soledad, entre todxs es mejor. Vale la pena intentarlo.
Lejos de las franquicias que se nutren del eventismo y sirven como pasarela de los actos de la industria musical centralizada, Psicotropía se inscribe en una tradición festivalera diferente. Con una identidad propio revelada desde los primeros días de su rica historia, el encuentro nacido en Carcarañá posibilita un medio de dinamización cultural y artística definiendo sus objetivos específicos y manteniéndolos como principios éticos: la apertura hacia diferentes lenguajes artísticos; el cruce generacional toma una relevancia considerable puesto que artistas de diferentes rincones del país se cruzan sobre y bajo el escenario, permitiendo dinámicas de acercamiento que responden al trabajo afectivo y a lógicas de horizontalidad. Por otro lado, fomentando el acercamiento y diálogo entre actores de la gestión cultural, el festival permite la sensibilización de diferentes sectores sobre la necesidad de favorecer la expresión de las potencialidades culturales locales y regionales. En ese sentido, no debería llamar la atención que Psicotropía haya nacido en Carcarañá para luego abrir entradas en otras ciudades o provincias. Rosario, Venado Tuerto, Córdoba y Buenos Aires se anotan en su historial puesto que el encuentro supo generar una visibilidad notable que, sobre todo, generó vínculos.
Finalmente, en tiempos tan complejos como los que se vivieron desde 2020, tanto por la pandemia como por el ecocidio -que todavía persiste- de los humedales, Psicotropía significa un punto de encuentro necesario para seguir levantando la bandera del litoral, fortaleciendo una cercanía con nuestro hábitat mientras se reflexionan nuevas formas habitar el territorio, siempre desde una armonía. El festival lleva consigo mensajes sobre nuestra tierra mientras reflexiona sobre hábitos, consumos y tradiciones de las nuevas generaciones. Las mismas que padecen los desastres ambientales y aquellas que tendrán que lidiar con un futuro desequilibrado, manteniendo el deber de encontrar soluciones. En ese sentido, el festival puede resultar en una reflexión comunitaria esperanzadora, algo necesario y casi urgente en tiempos de burbujas algorítmicas y distanciamientos frívolos.
De acuerdo a la descripción formal, Psicotropía es un festival que desde hace ocho años enlaza armónicamente música, baile y diferentes expresiones artísticas en escenario natural del Parque Sarmiento, en Carcarañá. El Parque cuenta con 32 hectáreas junto al río, enmarcado por sauces, pinos eucaliptos, robles y fresnos y al sonido de los pájaros.
Además del maravilloso marco, la propuesta ofrece intervenciones teatrales, happenings, pintura en vivo, ferias, telas, malabares y otras tantas ramas del arte.
Este fin de semana la kermesse psicotrópica regresa apostando por una grilla que presenta una variedad de sonoridades que responden a sensaciones expansivas. En 2023 se propone una cartelera musical que aúna clásicos del circuito alternativo, así como números convocantes y rápidamente ascendentes tanto en Rosario como en otras ciudades del país: Calíope Family, Mutu, Sur Oculto, Cortito y Funky, Scottish, Faünaversus, Lucas Marte, Juli Piemon, Trigga Nigga, Nogal, Micro.Tron, Barekind, Veinte Años Tarde, Kavará & Theoos, Energy, Kulemba y Serial Chiller. Finalmente, Ponzonia regresa al ruedo, emergiendo de un silencio de varios años para sumarse al festival al que están hermanados espiritualmente desde el principio.
Ya palpitando un sábado intenso, entre preparativos, ensayos y manija, Mutu explica que “tengo sensaciones fuertes. Ayer hablamos de eso con la banda. Justo el año pasado estuvimos ahí como público e internamente me puse como meta ser parte de las ediciones futuras. Que nos haya llegado la invitación para presentarnos como banda completa es un logro que me emociona. Encima que vamos a estar debutando en Psicotropía, lo hacemos en el Parque Sarmiento. Qué tremendo. Va a estar re bueno”.
“Junto a Kavará y la Trigga, además de otras compañeras, estamos re felices de estar pisando el escenario. Orgullosas del camino que vamos abriendo como representantes femeninas“, afirma la joven rapera y cantante que en los últimos dos años estuvo participando de festivales varios, probando sus rimas ante audiencias nuevas y ganando terreno digital con su material en plataformas. “Formamos parte de un escenario con tremendos artistas que son un lujo. Tocar junto a Caliope y Cortito y Funky es tremendo. Admiro mucho sus propuestas“, agrega.
Mutu se entusiasma al comentar el show que se viene. Tocando con la backing band completa prepararon un show de 40 minutos que depara sorpresas tanto para el público como para ellxs mismos, puesto que es la primera vez que arman una apuesta completa para un set de esa duración. “Todos nuestros temas en formato banda me pone la piel de gallina. Es algo completamente distinto. Además tiene algo de sueño: con las pibas siempre agitábamos con que tenemos que sonar y tocar. De repente, estamos tocando discos completos, canciones inéditas y más cosas“. Mutu lo resume en una palabra: felicidad.
Finalmente, la música concluye con palabras categóricas: “no estamos manijas, ESTAMOS SUPER MANIJAS. Felices de poder mostrar nuestros temas de esa manera”
Con la primera preventa de tickets agotada en pocas horas, el inminente regreso de Psicotropía se palpita con esperanza y mucho trabajo. Contando los minutos a medida que transcurren los días, es Martin Nieto, productor y comunicador del festival quien responde las palabras de RAPTO, anticipando lo que se viene.
-¿Qué expectativas al volver al Sarmiento, allí donde se gestó la mística que acompaña al festival?
Buscamos sorprender al público al igual que venimos haciéndolo desde el comienzo del festival, la emoción de estar en un ambiente natural y escuchar música es inigualable. Este año contamos con 18 bandas y DJ ‘s, son más de veinte horas de festival y más de 100 artistas en escena, también tenemos feria, charlas, talleres, juegos, sectores de yoga, masaje y tarot. Como siempre tenemos preparados momentos de mística, que ya es parte de nuestro estilo. Sabemos que hay personas que cuentan sus experiencias y quienes las oyen muchas veces no pueden creer las cosas que suceden. Espero que este regreso tan anhelado sea la oportunidad para cautivar a quienes vayan por primera vez, sabemos que se van a llevar más de una anécdota. También esperamos que podamos afianzar el vínculo con ese público fiel que nos acompaña hace varios años. Seguro que esta vuelta a casa va a ser realmente emotiva.
-¿Qué tipo de vínculo sostienen con los artistas a través de los años? Por ejemplo, Ponzonia, quienes son infaltables y un sinónimo del festival.
El vínculo con artistas es muy importante, hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para que se sientan lo más cómodos posibles y que disfruten al máximo del festival. De nuestra parte podemos decir que siempre hemos recibido un excelente trato de parte de lxs artistas. Ponzonia es una de las bandas que nos acompañan desde el inicio, tenemos larga historia con ellos y fue una gran alegría que se hayan sumado, principalmente porque desde 2019 no están en actividad. Podría decirse que resurgen para esta edición de Psicotropía, algo magnífico tanto para nosotros como para ellos, y sobre todo para el público que los extrañaba.
-¿Podrían apuntar cuál ha sido la evolución del festival desde sus comienzos? ¿Qué fueron priorizando y qué cosas fueron dejando afuera?
La evolución fue grande y variada, muy relacionada con la evolución de la movida musical de Rosario y la zona. Priorizamos los gustos musicales y buscamos darle un espacio tanto a artistas consagrados como a emergentes. Este año realizamos una convocatoria formal para poder conocer la música que se está haciendo y ser pioneros en ese sentido. Hoy la movida musical se mueve en un círculo que parece cada vez más cerrado, que le cierra las puertas a muchxs artistas emergentes, intentamos romper esas puertas para que los espacios sean más amenos. En los inicios nos sorprendió la devoción que se gestó, un sentimiento noble y muy cariñoso por ese toque distintivo respecto a un recital típico. Más allá de nosotros, la gente siempre viene con buena predisposición. Y una cosa que tuvimos que ir dejando fueron los dos días de festival, algo que extrañamos muchísimo pero que es demasiado costoso en la actualidad. Esperamos poder volver a hacerlo en el futuro.
-Al festival le tocó moverse el año pasado, haciendo una parada en Rosario. ¿Qué rescatan de esa experiencia junto al río?
Psicotropía Tour en la Playa de la Música fue una gran experiencia, muy enriquecedora. En ese momento la posibilidad de hacer Psicotropia en Carcarañá se veía muy lejana, justo conocimos ese paraíso al lado del Paraná con lo cual nos ilusionamos con llevarlo ahí, y en menos de un mes ya estábamos organizando todo. Nos abrió la mente y ahora pensamos en llevar el festival a otras ciudades en el futuro, queremos que esto continúe creciendo así que nos permitimos seguir soñando en grande.
Por Lucas Canalda
Fotografías prensa de Psicotropía
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