Amaru toma el control de la próxima sesión de BRODA que se estrena este domingo a las 22hs en YouTube
Cuando en octubre del año pasado se estrenó JOI de Amaru & MAJA, las reacciones de sorpresa llegaron por decenas a través de redes, especialmente por esa autopista de flujo incesante que es YouTube. Con tres minutos de duración, JOI era más que un excelente videoclip: era la contundente evidencia de que algo brillante se estaba incubando en una ciudad que, en lo exterior, mantiene su calma aparente mientras que, por debajo, convulsiona de ideas.
Con un sonido de electrónica experimental y elementos orgánicos, cuasi territoriales, JOI presentaba un poderoso nivel que rebasaba lo estrictamente musical: la integración multidisciplinaria era elocuente, atravesada por el cine, lo performático y un lenguaje corporal inquietante.
Lo más sorprendente era que Amaru, su protagonista, mostraba un salto evolutivo considerable mediante una nueva piel, luego de unos rastros acústicos que habían sido el indicio de sus primeras apariciones. Sumergido en lo digital, Amaru versión 2020 se mostraba como una anomalía que saltaba por encima del conformismo sonoro contemporáneo local.
Los créditos de JOI advertían que Amaru era algo más que músico, compositor, performer e ideólogo: también compartía la dirección con Ian Abecasis. La dupla, además, había producido toda la obra.
Tras el estreno, otra vez hubo silencio, la mejor estrategia para generar expectativa en tiempos de sobredosis de data. Finalmente, luego de algunos meses de espera, el silencio será interrumpido con el estreno de este domingo, desde las 22hs de la sesión BRODA de Amaru De Lucca.
“Construyo el concepto de cada obra de forma distinta, pero siempre durante el proceso y no previamente”, señala Amaru sobre la labor creativa que engloba cada una de sus obras en general.
“El comienzo siempre lo da un impulso, una idea, o elementos que tengo a disposición que funcionan como disparador. Posteriormente comienzo a hacer lecturas e interpretaciones sobre lo que apareció, encontrando conexiones y construyendo relatos que me sirven para entender la obra y moverme dentro de ella y de sus reglas”, explica.
“Digamos que al concepto no lo invento sino que lo encuentro y me pongo a disposición”, concluye.
Luego de años de búsqueda, Amaru se siente cómodo con su presente. De hecho, la actualidad marca su territorio de despegue. Si JOI fue una grata sorpresa que sirvió como energía introductoria a su mundo, lo que está por venir empieza a revelarse como el camino de un artista que se muestra ante los ojos de un público.
“Estas son mis primeras producciones que van saliendo a la luz después de unos años de búsqueda”, declara a RAPTO. El viaje hasta el presente estimulante fue extenso. Es complejo sintetizar cómo llegó a definir el ahora. Sin embargo, tiene en claro que además de formación, inspiración y entrega, está rodeado de talento amigo que lo acompaña de cerca, potenciando las ideas: “debo mencionar que trabajé en colaboración con productores como MAJA y Federico Baronio”.
Amaru compone la música, la letra, graba sonidos y arma las maquetas, trabajando en Ableton. Allí plantea la idea del tema que lo estimula. Luego, a la hora de producir, abre el juego.
Buscando con ganas, hasta llegó a grabar batucadas. Con la curiosidad llega el deseo de indagar, de probar desde la idea inicial. Luego va construyendo. Eso se repite más tarde, cuando la obra se vuelve algo mayor, un entrecruce de disciplinas. Allí, con un equipo cercano, todo se potencia.
La actualidad lo encuentra abrazando lo digital y la performance. El cauce musical va por ahí. Tiempo atrás lo habíamos conocido haciendo música con raíces acústicas. Hoy todo está en otro plano: “Hace tiempo que no toco nada acústico, no planeo hacerlo por el momento. Antes conectaba mucho con la guitarra y mi voz. Ahora va por otro lado”.
Amaru nació en Gualeguay hace 26 años y vivió en Paraná durante su adolescencia. En la actualidad reside en Rosario, ciudad donde encuentra el feedback para seguir creciendo y formulando las ideas que van apareciendo.
“En los últimos años vengo realizando un recorrido por la performance. En mis procesos actuales hay una integración de todas esas disciplinas”, declara.
Saltando al pasado, no recuerda un momento específico en que descubriera la música, sencillamente, cantó toda su vida. De igual manera, estudia canto desde siempre.
“De chiquito tuve una banda de folklore donde tocaba mi papá y músicos amigos suyos”, apunta horas antes del estreno de BRODA.
Repasando tanto su formación como los momentos que fueron marcando el temprano camino artístico que lo condujo hasta el presente, Amaru comparte: “Tuve mucho contacto con lo escénico desde el teatro y la danza. El folklore, la samba brasileña y el pop son tres patas que me formaron durante la infancia”.
Una vez instalado en nuestra ciudad estudió cine, un ámbito ideal para nutrirse y potenciarse. Al mismo tiempo, el cine parece haberle acercado muchxs de sus colaboradorxs más cercanxs, al igual que amistades que acompañan.
Sin dudas, la sesión BRODA de Amarú será una experiencia única dentro del repertorio habitual del ciclo. Desde el primer segundo de reproducción, el enigma atraviesa a quienes están disfrutando del otro lado con una performance que, por supuesto, no vamos a spoilear ahora. Apenas diremos que incluye gatites.
Según su protagonista, “fue muy divertida la participación”. Amarú apunta que “quise aprovechar ese espacio para trabajar una puesta en escena audiovisual, musical y performática”.
El desarrollo, construcción y ejecución final se realizó a partir de un esfuerzo conjunto donde Amaru pudo enlazar talentos de diversos ámbitos, entregando 15 minutos brillantes que prometen destacarse de la producción audiovisual de la temporada 21.
“Trabajé con 4n0, un colectivo de arte escénico del cual soy parte junto con Juliana Facchinello, Mauro Chinellato, y Julieth Calderón”, señala. “Llevamos una propuesta concreta que integraba la coreografía, el vestuario (con la ayuda de Aristóbulo y Gore Kawaii), objetos de metal (ejecutados por Castro El Sucio) y un guión técnico que terminamos de darle forma con el equipo de BRODA”.
Lucas Canalda + Nadia Colombero