Como una galería digital que congrega amantes de la música y de la ilustración, El Disco del día se convirtió en uno de los espacios más cálidos dentro del frenesí cotidiano de Instagram.
Publicando con regularidad desde 2018, el proyecto personal de una melómana coleccionista chilena en la actualidad toma una relevancia colaborativa que publica talentos de siete países.
Desde mediados de 2018 El Disco del día se convirtió en una galería mágica que, desde su espacio colaborativo en Instagram, congrega a miles de amantes de la música y de la ilustración en todas sus formas.
Daniela Soto Figueroa es una artista chilena que desde su casa en Viña del Mar creó una cuenta de Instagram con publicaciones de tapas de discos realizadas por dibujantes, pintorxs y diseñadorxs de países como Argentina, México, Chile, España, Polonia, Perú, Colombia, Costa Rica, Venezuela y Estados Unidos.
La premisa es simple: un disco nuevo cada 24 hs, un soundtrack prolífico para los días de la vida apuntado a una audiencia cautiva que se deja sorprender por un espacio libre de hype o intereses digitados por el marketing.
La variada selección de Soto Figueroa en El Disco del día propone destacar la importancia de la música y del arte en nuestras vidas, haciendo foco en una obra en particular, un recorte estático que se corre del frenesí habitual en las redes sociales. El Disco del día sirve para recomendar propuestas diferentes al mismo tiempo que devuelve la atención a aquellos álbumes algo olvidados en nuestras discotecas, o sencillamente apuntar nuevas coordenadas dentro de los catálogos inabarcables de Spotify, Deezer o Tidal.
La iniciativa surgió a partir de una inquietud personal de Daniela. Repasar la historia del proyecto nos obliga a viajar a un tiempo previo a la aparición de la popular cuenta de Instagram, remontándonos a unos primeros esbozos surgidos desde los hábitos de una joven melómana y coleccionista.
“Soy una amante de la música desde siempre. Me parece imposible pasar un día sin escuchar música”, cuenta.
“Empecé publicando en mi cuenta personal fotos de los discos que escuchaba a diario utilizando #eldiscodeldía como hashtag y sin darle muchas vueltas pensé en que podría hacer un Instagram dónde pudiera fusionar mi pasión por la música y el dibujo”.
Lo cotidiano pronto tomó otra proyección. La idea superaba a su propio hábito: admiradora del trabajo de sus colegas, decidió que el nuevo proyecto sería colaborativo, logrando amplificar una esfera que sirviera para potenciar y conectar. A partir de allí llegaron nombres de toda Latinoamérica y otros países.
En su oficio de diseñadora Soto Figueroa pasa los días generando desde la música. Oficialmente Licenciada en Comunicación Audiovisual, Daniela supo, a través de los años, producir fanzines y participar en otros proyectos colectivos.
En la actualidad es participante habitual en diferentes ferias con sus remeras, bordados, totes y pinturas. Por supuesto, las canciones emergen allí también. Remeras (poleras en Chile) de Le Tigre, Nico y PJ Harvey se complementan con fanzines de un imaginario indie-rocker.
Dedicada a sus pasiones, Daniela es, antes que nada, amante de la música y cultora del coleccionismo que no pierde la cabeza. Apasionada y consciente, su inclinación surge durante su infancia.
“Tengo discos desde los diez años aproximadamente. Primero empecé a coleccionar cassettes, ya que no tenía radio con reproductor de CD, pero en un punto a pesar de no tener el reproductor me compraba CDs”, recuerda.
“El dinero que conseguía me lo gastaba en discos”, explica mirando a esa etapa formativa de un hábito lindo, pero exigente para el bolsillo. “Ya más grande comencé a coleccionar vinilos, también CDs”.
En la actualidad Daniela colecciona vinilos y compactos mientras que conserva la mayoría de los cassettes de su primera juventud, admite que su colección del formato de cinta no se expande porque no consigue una buena cassetera donde reproducir. Sin embargo, sigue buscando.
“Siempre mi mayor placer era ver el arte de las portadas mientras escuchaba el disco, todo un ritual. Los vendedores de discos de mi ciudad que es pequeña me conocían -cuando existían las tiendas de discos en los 90, ahora no queda casi nada de eso- y cuando no tenía dinero me dejaban abrir los CD para poder mirar las portadas completas, o leer las guías que tenían de discos para encargo sabiendo que no podría encargar nada”, cuenta.
“Así eran mis vacaciones de verano”, rememora, entre risas.
Daniela Soto Figueroa, ilustradora y creadora de El disco del día
El primer posteo de El disco del día fue el 11 de mayo de 2018 con Songs of Faith and Devotion de Depeche Mode. Desde entonces la música no cesó: rock, reggae, disco, trip hop, brit pop, glam, funk, indie, jazz, blues, punk, goth, industrial, ska, folk, hardcore, pop, rockabilly, garage, experimental, rap, soul, metal, ambient, noise, grunge y tecno, entre otras sonoridades, aparecieron en la pequeña aventura de Soto Figueroa.
Como si fuera poco, entre en esos sesenta años de álbumes, aparecen también soundtracks de películas como The Hunger, Ghost World, The Conversation, Twin Peaks Fire Walk With Me y Pink Flamingos, entre otras.
La densidad de información que arroja El disco del día garantiza una educación sentimental ideal para estallar en mil sensaciones. Recorrer esta galería mágica en detalle demanda un tiempo que sirve como excusa perfecta: elegir un disco al azar, darle play, estudiar con detalle el trabajo de artistas de nacionalidades varias.
Entre tanta mención de objetos y bienes culturales, una pregunta se torna inevitable: ¿puede El disco del día saltar de la virtualidad hacia lo tangible para plasmarse sus contenidos en un libro recopilatorio? Daniela responde que sí, que muchas veces conversó sobre esa idea con la artista y editora Cristina Gutiérrez AKA Titihoon. Por ahora es simplemente una idea, algo que todavía no se pudo concretar.
Hasta el día de publicación de esta nota El disco del día cuenta con 1275 publicaciones habiendo logrado un equilibrio muy saludable entre álbumes icónicos simplemente por su artwork, discos clásicos inexorables que son paradigmáticos para la música universal, íconos mainstream que se vendieron por millones y también discos de culto, celebrados por las minorías estéticas alrededor del planeta.
Es justo decir que, en cinco años, Soto Figueroa desarrolló una curaduría refrescante que responde simplemente a sus inquietudes, lejos de demandas del mercado o expectativas del plantel de seguidores que crece semanalmente.
El feed de la cuenta reúne a Róisín Murphy con Miles Davis saltando distancias estéticas y décadas de tiempo. En ese mismo sentido, Daddy´s Home, lo último de St. Vincent, convive con All’Amore de 1979 de la italiana Maria Sole o Del 63 de Fito Páez, lanzado en 1984.
El disco del día maravilla con amplitud, sorprendiendo siempre desde la naturalidad: no hay campañas de anticipación que propongan encuestas condescendientes o hype que anticipe lo que está por llegar, socavando el factor de expectativa, cada día trae algo diferente para celebrar, conocer y disfrutar. Además, mientras el 95% de las cuentas de Instagram están preocupadas en recortar obscenamente el ancho de sus feeds, El disco del día propone un timeline repleto de información disponible a toda hora que funciona en partes iguales como una lista de pendientes por descubrir, el recuerdo de canciones olvidadas o desprejuicio estético(y geográfico) que convive en armonía celebratoria.
Según explica Daniela, esa curaduría se fue dando de forma natural de acuerdo a un antojo personal que responde también a su diversidad melómana.
“Al pasar los años me he dado cuenta que me gusta que los estilos estén mezclados”, indica desde Viña del Mar. “No tengo problema de poner un día un disco de Madonna y al otro día Black Sabbath”, comparte. “Es la manera en que yo escucho música”.
-A través de los años aportaron muchísimos artistas de diferentes ámbitos: diseño, arquitectura, pintura, etc. ¿Esa heterogeneidad cómo se fue dando?
Yo soy la que busca a lxs artistas para invitarlos a ser parte del proyecto, pero en muchas ocasiones ellxs me contactan a través de instagram o correo, cuando sucede esto tengo que evaluar si el estilo de sus obras es acorde con los que busco y si es así lxs invito a colaborar. Lo que más me importa es que sientan amor por la música y el dibujo, algunos quieren hacer collages, bordados u otras disciplinas, pero lo que yo busco es dibujo o pintura algunos lo toman como desafío y otros desisten de participar.
-Sostener un proyecto semejante a través de los años demanda pasión, compromiso y deseo. ¿Cuánta dedicación y energía le metés al proyecto? ¿Cuánto tiempo de producción hay detrás de cada disco?
Los discos los voy asignando con un mes aproximado de antelación a los colaboradores, mantengo las fechas en mi calendario del celular y trato de recordarles unos días antes a las personas que deben entregar su colaboración. El hecho de mantener las asignaciones por escrito me ayuda a tener un orden, los discos muchas veces los elijo por gusto personal, por relevancia en la historia de la música y por sugerencia de los colaboradores. Me gusta asignarle ciertas portadas a ilustradores específicos, para ver como se ven con el estilo de cada uno.
-¿Cómo es la aproximación a un disco que ya de por sí está dibujado/pintado? Por ejemplo, hace poco salieron Voodoo Lounge de Rolling Stones o Vivo de Virus.
¿En ese caso piensan algo diferente?
En un principio no asignaba discos con portadas pintadas o dibujadas, pero luego al darme cuenta que siempre les pido a los colaboradores que sus trabajos sean como las portadas originales (para que se reconozca el disco), pero con su estilo personal, decidí comenzar a asignarlos y ver que nuevas cosas podrían salir, los resultados han sido geniales a mi parecer.
-¿Alguna vez tuviste contacto inesperado por algún músico o banda que aparece o del artista que estuvo a cargo del disco en cuestión?
Hemos tenido muy buenas experiencias los colaboradores y yo con los artistas, cosa que me llena de orgullo sobre todo cuando me avisaron que Kim Gordon había compartido en su Instagram una portada del disco del día, al igual que Courtney Barnett, Peaches, The Stray Cats, The Zombies y otros más. Solo una vez tuve una mala experiencia, me contactó el fotógrafo (Chalkie Davis) de la portada de un disco de The Specials, para decirme que él no autorizaba el uso de su fotografía ni siquiera para dibujarla, que le parecía muy lindo el dibujo, pero que tenía que bajarlo de inmediato y así lo hice, es una pena, ya que yo no lucro con el proyecto.
Por Lucas Canalda
Imágenes:
Diamanda Galás (header) por @glendatorrado
Red Krayola por @diagramapolar
Velvet Undeground por @bettyarbol