El estreno llega este domingo a las 22hs por YouTube.
A continuación entrevista + preview exclusiva.
AKA Candela sintetiza el próximo episodio de BRODA con tres simples palabras: “La pasé hermoso”. Si necesitan algo más para ir entrando en calor, la joven hacedora de rimas ofrece otras tres palabras: “me emocionó muchísimo”.
Sobre su sesión BRODA tiene bastante para decir. Lo mismo acerca de tu incipiente camino como música. ¿Carrera? Mejor no adelantarse.
“La grabación estuvo buenísima. Fue muy divertido compartir con los chicos de la banda toda la previa de la grabación en maquillaje y vestuario”, cuenta días antes del estreno. “Estando ahí me emocionó muchísimo hacerme consciente de la cantidad de personas involucradas a la hora de hacer todas las sesiones y el compromiso y el amor con el que trabajan”, comparte la rapera. “Nunca había hecho algo a nivel musical de manera tan profesional y con tanta gente”, concluye.
Para la sesión AKA Candela estuvo acompañada por una banda compuesta por Juli Micheletti en teclado, Yulo en guitarra, Leandro Casas en batería y Lucas Ciliberti en bajo. El quinteto ensamblado para la ocasión encaró con éxito tres canciones:«Pasión», «Febrero/Marzo» y «ZzzZz».
Acerca de la colaboración con semejantes sesionistas, Candela indica que “me hicieron sentir muy cómoda y súper partícipe de la adaptación al formato, incluso sin entender casi nada de música y de las dinámicas de una banda”. “Hacían que todo parezca muy fácil, fue un honor compartir el espacio con ellos”, agrega.
El hábitat natural de Candela Cheres son las letras. No sorprende a nadie que mediante la palabra logre transmitir sensaciones. Puede hacerlo respondiendo preguntas para una nota de la misma forma en que tira rimas luego de haberse puesto a escribir tranquila, pensando en canciones. Es sencillo imaginarla bajando palabras al papel o al celular, anotando para acordarse más tarde, usándolas en algún tema.
Su principal interés es transmitir; lograr hacerlo mediante la palabra y la voz, usando la música como medio, con la rima como herramienta directa. Las canciones de AKA Candela vienen desde el más puro hazlo tú mismo. Tiene las herramientas a mano. Nada demasiado estrafalario ni avanzado: las piezas justas para comunicar y entablar un diálogo con el afuera. Cuando hay inspiración, le mete. Sale porque hay deseo, corazón y cabeza.
Darle play a su música en YouTube es recorrer un puñado de temas gestados desde su cueva, ahí donde habitan las palabras, los beats, los libros y los apuntes de la carrera de Letras de la UNR.
Rap, lofi beats, una extraña prolongación hacia la canción. AKA Candela maneja esas variantes y se atreve a más. Candela Cheres, sin embargo, aclara algo: casi no sabe nada de música, está aprendiendo. Prudencia, ante todo. Va paso a paso. Tiene 21 años, no la corre nadie.
Los primeros recuerdos musicales fundacionales de Candela están relacionados con su papá escuchando música y cantando en el auto. Desde Shakira hasta Alan Parsons. Desde siempre la semilla musical estaba allí dando vueltas. En la adolescencia, ya manejando otra información, el rap llegó para quedarse. Principalmente el gancho llegó cuando tuvo claro que lo más significativo era lo qué se decía. La calidad de la grabación o la progresión de acordes quedaban en un segundo plano, Candela se concentraba en lo que decía la canción. En ese sentido, no alberga dudas: se interesa cuando los artistas le dicen algo.
Pronto el disfrute de escuchar devino en una necesidad de expresarse. Allí la palabra aparece como irrefrenable. La música, no obstante, llegó desde otro lado. “Empecé a hacer música porque escribía y sabía que con sonidos acompañando era más probable que la gente se interesara”, cuenta.
Las primeras incursiones musicales fueron rapeando poemas propios y ajenos sobre instrumentales de uso libre disponibles en YouTube. El siguiente paso fue escribir pensando en hacerlo sonar. Allí los formatos o las formalidades se desdibujan. Temas, canciones, poemas, recitados, free: un poco de todo sin quedarse quieta en alguno. “Los grababa con el celu y no hacía mucho más porque siempre me dio mucha risa que, en cierto punto, sea un poco inaudible. Es algo que mantengo”, comparte.
Siempre apostando a las herramientas disponibles y al espíritu DIY, fue aprendiendo nociones básicas tanto de música como de producción. Esa decisión llegó a medida que iban apareciendo más temas. Las bases servían como el terreno donde expandirse mientras las rimas iban surgiendo. Probando, entre prueba y error, cuando se quiso dar cuenta, ya estaba re metida. De a poco llegaron las reproducciones -discretas pero constantes- el halago de músicxs cercanos y no tanto. El camino ya estaba empezado.
“Me gustaría ponerme más de lleno a aprender música y producción”, asegura. “Igual, no pienso que no saber tanto sea un impedimento, justamente porque me centro más en las letras”. En ese sentido, Candela observa que “el hecho de que las canciones ya terminadas sean simples o estén un poco desprolijas o descuidadas, por desconocimiento o apuro, se volvió parte de mi identidad y me divierte que así sea”.
Entendiendo que su camino recién está comenzando, reafirma su deseo para futuro inmediato: “dentro de mis objetivos siempre está seguir aprendiendo sobre música y producción”.
Mientras que la evolución musical de AKA Candela se va desarrollando, desde el principio se destaca la depuración de sus letras. Ninguna palabra queda librada al azar, no hay remates caprichosos, tampoco se intuyen agregados que sobrecarguen la ligereza de su característica rima cansina.
En su dominio Cheres actúa con decisión. Generalmente, las letras salen de un tirón, sin demasiados retoques posteriores. Si los hay, son mínimos.
Mirando atrás en el trabajo lírico de los últimos años, la rapera considera que sus procedimientos fueron cambiando, aunque siempre predominó “lo específico”. Según explica, “mi cotidianidad, mi pasado, mis formas de vincularme, se mantienen porque pienso que en esa especificidad el otro encuentra algo con lo que identificarse”.
Como un ejercicio de ocasión, Cheres toma algún apunte de la facultad o algún libro ya leído, para elegir alguna frase marcada y utilizarla en un tema. De esa forma, busca resignificar el material. Esa búsqueda, ante todo, es un deleite para la estudiante de Letras. De acuerdo a su testimonio, “me parece muy divertido focalizar en el detalle porque es caminar por el límite entre lo que el otro puede resignificar y lo que realmente no le importa ni interpela; el juego para mí es intentar que le interpele algo que en el fondo quizás a mí tampoco me interpeló demasiado”.
– ¿De qué forma funciona el procedimiento de composición?
Componer a nivel musical es algo que me cuesta muchísimo porque realmente no sé casi nada de música y siempre que aprendo algo es por una necesidad de un momento particular entonces después me lo termino olvidando. Suelo tocar acordes en el teclado para intentar hacer una progresión, después pruebo distintas melodías con la voz y escribo algo en el momento, si me convence ahí sí empiezo a producir y pensar más en formato “canción”. Me gusta pensar que, si a nivel musical la canción es simple, tiene que compensar con la letra y/o producción.
-Las canciones que tenés colgadas en YouTube me dan la siguiente sensación: disfrutás haciendo música con las herramientas que tenés a mano, pero creo que ya estás llegando a un punto donde necesitás incorporar más.
¿Cuánto se disfruta el home studio y cuándo necesitas salir de ahí?
Últimamente pienso la mayoría de las cosas en conjunto. Disfruto el home studio en una primera instancia para captar un poco la esencia de lo que quiero hacer, pero después me gusta que mis amigos sean partícipes, para que opinen o porque sé que pueden mejorarlo. Más allá de la necesidad de sumar a otras personas (esa necesidad siempre estuvo en mayor o menor medida) ahora es algo que deseo, me entusiasma que el resto pueda aportar y que lo que hago se alimente de otros lados, tanto a nivel musical como a nivel visual.
– ¿Con qué movida musical te identificás? Sos una criatura extraña porque tomás varios elementos y recursos sin necesariamente consagrarte a un género. De alguna manera, todavía estás muy en la tuya.
Creo que, por como empecé, me resulta difícil no sentir que pertenezco un poco a la movida del rap, pero no sé si es en donde estoy moviéndome actualmente. No sé si me siento identificada por completo con una movida, tomo lo que más me gusta de las que más me gustan.
Por Lucas Canalda & Ph Ferarte
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