En febrero KME presentó “Drag like you”, un video que rápidamente se viralizó por las redes sociales, introduciendo una nueva voz en la escena musical local.
Además de la riqueza artística de su producción, el video logró plasmar el momentum de evolución y transformación que atraviesa el circuito cultural de Rosario.
Es preciso comenzar con una aclaración: el siguiente artículo no se trata de una gacetilla que llegó tarde o fue encontrada sin leer en el correo electrónico de una redacción que ahora intenta ponerse al día. Tampoco es el típico procedimiento de los clásicos medios de la ciudad de Rosario en el que tratan de presentar una novedad o estreno meses después de su fecha de publicación buscando mantenerse al día en un tiempo paralelo/desfasado. RAPTO propone adentrarse en el proceso de realización de un simple + video que durante el verano pasado plasmó una saludable postal de cómo está evolucionando un circuito cultural que cada vez más se nutre, se activa y se multiplica por la acción de cientos de gestorxs culturales que construyen desde la diversidad y la disidencia.
“Drag like you” (Real Fantasy) es una producción independiente gestada desde nuestra ciudad. La dirección, co-producción y música fue realizada por Juliana Camelli. El videoclip fue lanzado durante los primeros días del pasado mes de febrero, generando un cimbronazo de atención ante un esfuerzo colectivo que brillaba de manera conjunta por sobre los cuatro minutos de la canción.
Además de la virtud propia de una canción de velvet synth pop y la belleza de cada cuadro del video (sobresaliente especialmente por diseño de producción, iluminación y fotografía) “Drag like you” impacta por congregar a decenas de artistxs localxs (de ámbitos diversos como la danza, diseño, fotografía, música, poesía, performance y más) que están reescribiendo parte de la cotidianidad del consumo cultural de nuestra ciudad.
De acuerdo a la breve descripción que llegó con la novedad, “el clip nace del deseo de visibilizar y empoderar a aquellas personas excluidas, discriminadas y menospreciadas por su condición sexual y física en este sistema patriarcal y heteronormativo”.
“Drag like you” versa sobre como unx se reinventa, se transforma para tener seguridad, fuerza, valor, y poder así convertir las fantasías en realidad, siendo así responsables de experimentar la libertad y despojar las construcciones culturales limitantes en cada aspecto de la vida.
A continuación, un viaje exhaustivo hacia el proceso creativo del lanzamiento que significó la novedad definitiva del verano y que ejemplifica cómo está evolucionando el mapa de la cultura off rosarina a medida que el paradigma de la diversidad avanza transformando nuestras vidas.
Camelli grabó “Drag like you” en su home studio, trabajando en la comodidad del hogar, corrida de los tiempos de estudio. En primera instancia fue bajando una idea, armando un boceto, mientras que, a su alrededor, las voces cercanas y el contexto, iban marcando una influencia; un pulso que iba permeando el interior de la multifacética joven.
“Por influencia de mi entorno me adentraba en la filosofía de género y comenzaba a indagar en textos y material audiovisual sobre el tema”, recuerda Camelli sobre el tiempo de composición del simple. “En algún momento se dio naturalmente lo de unir una canción con ese replanteo casi existencial que me atravesó”, agrega puntualizando una experiencia personal, pero perteneciente a una coyuntura que iba transformando todo a su paso.
“Drag like you (Real fantasy)” busca concientizar sobre elecciones sexuales, cuerpxs y estilos de vida disidentes. Camelli se decidió a escribir a la canción a raíz de un fuerte acercamiento que tuvo con la filosofía de género. Zambullirse en esa información significó un abrazo tanto de contención como de revelación para la joven artista.
“Te empiezan a caer fichas por todos lados”, afirma Camelli sobre el proceso de revelación que llegó a partir de lecturas, pero también de una gran influencia transformadora de un contexto íntimo y personal, así como también lo que se vive en el país en los últimos años.
“No se trata solo de lo sexual, sino que unx comienza a tener consciencia sobre unx mismx en todos los aspectos humanos, sobre la estructura de control establecida actualmente y las construcciones culturales que nos van conformando y delimitando”, afirma.
“El género, las etiquetas y los estereotipos físicos forman parte de cierto orden social que genera polarización, «Sos esto» o «sos aquello», «Si te gusta eso no te puede gustar esto», pero que no tiene que ver con nuestra verdadera identidad, porque en sí, nuestra identidad muta en base a nuestros cambios, elecciones y evolución. No somos de «una manera». Podemos ser lo que queramos ser sin tener que pedirle permiso a nadie. El empoderamiento del SER es una cuestión interna y no debería sacrificarse por mandatos externos. Al contrario, somos más verdaderos cuanto más logramos despojarnos de esas imposiciones”.
Si bien la comunidad LGTBI ha influido en la música durante varias décadas -ya sea que la escribieran y la interpretaran ellxs mismxs o no- en los últimos años los paradigmas han cambiado, abrazando definitivamente una diversidad que además se vio correspondida por la Internet y las infinitas posibilidades de acercar distancias y proponer nuevas propuestas desde todas partes del planeta.
En septiembre de 2015 la revista SheeRa publicó un artículo llamado Gender Fluid is the New Black, reflejando la predominante tendencia de artistas taquilerxs a quienes no les interesa definirse sobre un género, optando por sentirse más liberadxs, huyendo de las etiquetas de la industria y de la vida cotidiana.
Dentro del universo pop –compuesto de música, revistas, televisión, cine, historietas, Webseries, YouTube, Instagram, y otros tantos espacios desde la infinidad de la red- el género fluido llegó para quedarse, dando voz a los que alguna vez estuvieron sin voz, al mismo tiempo corriendo barreras artísticas.
En su perfil de Spotify, KME elige presentar el proyecto como música de género fluido. “Fede Baronio me aconsejó que buscara mi propia manera de describir la música que hago”, comenta Camelli. “Si bien el Gender Fluid es un concepto que ya existe, me pareció interesante comunicarla bajo este término. Porque el género no importa, fluye. Es la mejor manera que encontré para no encerrarme ni limitarme a un ningún tipo de género musical”, sostiene. Finalmente, la joven artistx, ratifica: “quiero tener la libertad de experimentar por todos lados en base a lo que vaya sintiendo y aprendiendo”.
“Drag like you” contó con los aportes de Pablo Giuletti (Yuliett, Valle, Los Castigos), amigo cercano de Camelli, quien hizo su parte en guitarras eléctricas. Federico Baronio se encargó de grabar las voces en el Fructuoso Record Club.
Sobre su colaboración con el siempre activo Giuletti, Camelli apunta: “venimos trabajando desde hace unos años en conjunto con la música, pero de manera espontánea y más bien lofi. Mantenemos un vínculo de amistad que eventualmente termina en colaboraciones musicales por el afín que tenemos. Cuando terminé de armar la maqueta se la envié para que la escuchara, fuimos hablando del clima que se quería generar con las guitarras y las grabó”.
“Con Fede Baronio no había trabajado antes, pero tenía ganas de trabajar con él por su calidez humana”, observa KME acerca de su primera colaboración junto al productor y músico responsable de proyectos como Shine o La orquesta infinita.
El proceso de elaboración vocal constó, en primera instancia, de regrabar las voces previamente maqueteadas. Luego de eso, Camelli y Baronio agregaron efectos de audio, buscando pulir las pistas, logrando mayor precisión.
Una vez terminado el proceso de grabación, la edición y mezcla corrió por cuenta de Lucio Iván, desde Córdoba. Cerrando el proceso del track, Mariano Marcial fue responsable del mastering final.
No importa dónde hayas visto el video, si en el televisor, la computadora o el celular, cualquiera haya sido el soporte para disfrutar de los 4:44 minutos de “Drag like you (Real fantasy)” seguramente te haya dejado la misma impresión: ES UNA LOCURA DE PRODUCCIÓN. Se trata de un trabajo minucioso que no deja irresuelto ningún aspecto ni detalle. Es una producción que involucra a decenas de profesionalxs y colaboradorxs, dando belleza tanto a lo macro como a los aspectos más detallistas.
Semejante realización involucró a más de 50 de personas (frente a cámara como detrás) y cientos de horas de elaboración y logística. Además, por supuesto, la producción requirió un presupuesto que Camelli y sus cómplices creativxs detallaron, buscando ordenar prioridades, establecer tiempos y respetar lo programado en pos de un resultado óptimo.
“La idea del video estuvo dando vueltas en mi cabeza durante casi un año”, recuerda Camelli, volviendo la memoria a los días en que semejante empresa era apenas algo más que una fantasía. “Solo era real en mis pensamientos y en los bocetos que iba armando”, añade, ya introduciéndonos en la realización del video.
El video fue grabado durante tres jornadas teniendo lugar en tres locaciones distintas. “Lo íbamos a grabar muy casero con Libertad D’ Esposito (productora), pero luego fue madurando y finalmente armamos un equipo de trabajo. Fue una energía sinérgica que empezó a crecer por el entusiasmo que cada unx tenía. Mientras que con Lucia Pozzi (productora) empezábamos a trabajar en los detalles, cronogramas y cada punto necesario para el video, en paralelo iba juntando el presupuesto para ir comprando materiales”.
La posibilidad de realizar el video empezó a materializarse lentamente, con muchas reuniones de por medio y un trabajo de pre producción que llevó dos meses.
“Cada amigue fue aportando desde su lugar”, destaca Camelli, agradecida y sabiendo que el apoyo comunitario fue importa para llevar a cabo el trabajo.
“Fuimos convocando a personas frescas, talentosas, reales y empoderadas que reflejaran la actual disidencia rosarina”, explica la música, fotógrafa y directora sobre la convocatoria hecha para protagonizar –de manera colectiva- al video.
En “Drag like you” se combinan rostros, pieles y cuerpxs. No hay un protagonismo estelar de nadie, se trata de una diversidad disidente colectiva; una identidad construida por cada habitante del universo propuesto por Camelli.
“Al menos, hasta antes de la cuarentena, la noche rosarina estaba iluminando un poco más a la diversidad con propuestas under como hows Drags. Hay muchxs chicxs que se animan a expresarse mediante sus cuerpos, atuendos, maquillajes, actuación y baile, lo que cada unx elija para comunicarse”.
“La disidencia siempre existió, pero va dejando de pronunciarse solo desde lo alter y ocupa nuevos espacios, como por ejemplo las redes sociales”, observa Camelli.
Finalmente, una vez que todas las piezas estuvieron listas, la convocatoria estaba cerrada y las grabaciones terminadas, empezó otra parte considerable del trabajo: encarar el proceso de montaje y edición.
Con muchísimo material registrado, esa labor estuvo a cargo de Juan Follonier y Lucia Pozzi. El trabajo color en post corrió por cuenta de Patricio Mollar. “Hicieron magia”, señala Camelli, a propósito de semejante trabajo.
“Fue hermoso y estresante a la vez. Suelo procrastinar, me cuesta mantener constancia y la energía enfocada en una sola cosa. Pero por suerte fue posible realizarlo gracias a la gran ayuda de mis amigxs y de todas las personas que se coparon con el proyecto”, comparte Camelli hoy, haciendo memoria sobre lo que significó una tremenda apuesta creativa y la formación de un equipo de trabajo sustentado por ganas de crear y sentimientos de amistad.
“Participaron personas con mucho talento, tanto delante como detrás de cámara y fue muy valiosa la colaboración de cada unx de ellxs”, declara. Esbozar un agradecimiento es posible, por eso KME/Camelli, se atreve: “Con la participación de Fango Films (Follonier, Pozzi, Mollar y Martin Urquilla) en la producción, filmación y edición. Brenda Moggia y Celeste Padula en el vestuario; Libertad D’ Esposito en asistencia de dirección, Florencia Cossar en iluminación; Sol Jazmín Duarte como jefa de maquillaje junto con Antonella Artpop y Sofia Denise: Lechu en coreografía; Agustina Ingaramo como jefa de producción; Brian Loughlin y Pablo Resoalbe asistentes de producción; Belsi, Nicolás Empático y Agustín Moreno en registro fotográfico. Francisco Mandón, Gonzalo Serra y Horacio Correas en asistencia técnica; David Fenty, Wallace Ponce y Marla de Croma en hairstyle; Make my day, Sofia Triuzli, Dolo Cano Molina, Manu Brandazza, Crazy Dance Feet, Son Homs, Kalber, Bocha, Polyline”.
Cuando el estreno de “Drag like you (Real fantasy)” llegó a YouTube, el video generó una viralización contenida en redes sociales como Instagram y Facebook.
Se trató de un ruido inicial estimulante, ideal para impulsar más novedades de KME, deseando que el proyecto obtenga continuidad, generando más música.
Meses más tarde, pandemia y cuarentena mediante, los planes no se detienen y Camelli proyecta lo que está por venir, todavía sin fecha confirmada.
“Lo próximo es sacar un single con un video casero que ya está en marcha”, adelanta, sin revelar deadline o fecha de lanzamiento estimada.
KME tendrá una formación en vivo que hará sonar las canciones cuando el panorama de incertidumbre covidiana se esclarezca. Por ahora, podemos anticipar la conformación del grupo que acompañara a Camelli. Según sus propias palabras, “hay una banda armada, aunque aún no pudimos juntarnos a ensayar: Pablo Giulietti en guitarra eléctrica, Emiliana Arias en batería, Brian Loughlin en bajo y Flor Ramaccioni en teclado”.
Si bien no hay fechas estimadas para el estreno del nuevo material, si hay una primicia de por medio. Se trata del título del álbum debut de KME: Real Fantasy.
“Me encantaría terminar el álbum que está naciendo”, confiesa Camelli, contenta con lo que está desarrollando. “El concepto en resumen es bajar a tierra todo eso que habita en el aire y poder presentarlo en vivo u online en algún momento. No sé para cuándo, no será hasta fin de año”.
Más allá de la incertidumbre en torno a la posibilidad del regreso del circuito de recitales, las formas de presentar nueva música son múltiples, especialmente cuando se busca un concepto que supere las instancias estrictamente sonoras. Combinando esfuerzos con el artista audiovisual Juani Cabruja, Camelli apuesta a lo que está por venir: “estamos trabajando en una instalación lumínica. Hay tiempo para considerar cada detalle. Sé que aún falta bastante y mucho trabajo por delante ya que voy descartando y sumando canciones en el día a día, para mí la búsqueda es fundamental en todo proceso creativo y hay que ir por partes. Igual el proyecto está encaminado y la necesidad de comunicarme mediante la música va in crescendo”.