Joako22 es el protagonista del cuarto episodio de las Sesiones BRODA que se estrena este sábado en YouTube.
Poco antes de publicar su disco producido por Irivrte, el joven hacedor de rimas entrega un set que deja en claro que es un artista diferente en el rap rosarino.
Con el estreno del cuarto episodio de sus sesiones, BRODA entra en un terreno diferente: sus primeras emisiones probaron ser un producto con una identidad única en Rosario. Ahora, cuando el furor del lanzamiento ya se encuentra asentado, el ciclo producido por Nymbus, Fango y Mariscal Media debe mantener la vara de calidad bien alto luego de subirla con elegancia, onda y frescura. Pero lejos de sucumbir a la presión o quedarse sin cartuchos BRODA sigue sin adelante con la certeza que la vibra no tiene fecha de vencimiento.
Tras el poderoso estreno de la sesión comandada por Kavará (que en pocos días superó las 1000 reproducciones) las rimas y los beats se vuelven protagonistas definitivos con Joako22, joven domador de flow con cierta inclinación -a su forma- por la canción.
Algo más de dos años atrás, un jovencito llamado Joaco publicó en YouTube su canción “Me olvido”. Desde los primeros segundos del track se anunciaba un universo diferente. “Yo sé qué es raro“, decía el Joaco todavía con meses por delante para ser identificado en redes y plataformas como Joako22, y luego se adentraba en una rima cadenciosa que abría la historia de algo diferente dentro de la música urbana local.
“Me olvido de tantas cosas, que los presos son presos por pobres…que mis abuelos tuvieron que cambiarse el nombre…que el gobierno desaparece gente…me olvido que lo que lo dice la tele no es así y que hay personas que no saben lo que pasa que muchos dicen no son 30.000…me olvido que hay madres que siguen con un pañuelo blanco, me olvido de que no olvido ni perdono…me olvido que para mi no escribir es andar para atrás…me olvido que hace falta pensamiento crítico…que a muchas las obligan a hacer parto por cesárea…que un gol vale más que la educación…”
Joaco se olvidaba, por un instante, de todo lo que acontece desde hace 50 años en una Argentina de loop constante. De hecho, hasta apuntaba al incendio de los pulmones verde de Latinoamérica, líneas que toman otra dimensión mientras llueven cenizas en toda la ciudad.
La canción, además, partía desde cierto romanticismo. Nada de clichés de construcciones culturales de otras generaciones ni tampoco palabrería barata provista por las redes sociales. A su forma, Joaco se corría del ejercicio del show off, mostrando una vena más sensible que se correspondía con la observación social de la lírica. Rap, laicismo y pensamiento crítico. Por casi cuatro minutos el joven se mostraba en otra posición respecto a la mayoría de sus contemporáneos.
Por supuesto, “Me olvidó” llegó tiempo antes que el famoso “Canguro” de WOS, pero same old story: pasó en Rosario, no en Buenos Aires. Esto no se apunta con ganas de bardo, simplemente es un punto para tomar dimensión lo que ocurre todo el tiempo en nuestra ciudad, en nuestras propias narices. Imaginen a la prensa que hizo un mundo de una línea del hit del rapero bonaerense descubriendo cuatro minutos de rimas críticas y de consciencia generacional.
La canción de casi cuatro minutos sobre una base use libre tomada de YouTube marcaba, de principio a fin, una identidad casi única en rosario: Joaco ponía en perspectiva un contexto político, se desligaba de la testosterona misógina de abunda en las batallas y las plazas, pero, por sobre todo, dejaba en claro que la lírica es de importancia fundamental. Metiendo un crossover hacia la canción, Joaco era algo diferente, buscando un equilibrio de elementos (cadencia, lírica, identidad, sonoridad) bien temprano en su camino.
Dejando atrás las plazas que lo vieron tomar envión; corrido del freestyle para escribir letras consistentes y duraderas, Joako22 empezó un camino más propio, decidido a curtir su propia identidad. Ese movimiento, clave para el presente auspicioso, lo ubicó en otra posición en el mapeo rosarino. Mientras la urgencia de la Internet demanda entrega todo el tiempo, Joako22 planea su próximo movimiento ya con un equipo que acompaña.
Correrse del tiempo ajeno para encontrar su propia inercia fue abrazar parte importante del viaje, enfocándose en algo que lo diferencia del resto: escribir, revisar y volver a escribir. La palabra trabajada desde el papel (o computadora o celular) desde el primer instante de inspiración hasta el preciso momento en que entra al estudio, es fundamental para que llegue el punch definitivo en la cabeza de la gente. Es el golpe que se siente en el vivo o cuando se escucha la canción, pero también el que reverberando bien adentro, gatillando interrogantes.
Moviendo el timeline hacia 2020, el gran año de la pandemia, Joako22 tuvo sus disparos a pesar de tanto desconcierto entre covid, cuarentena, fases y distanciamiento social. “Funk” junto a Pol apareció para dejar en claro que la dupla Joako/Irivrte venía cargada y que un disco completo era algo que valía la pena esperar.
El tandem creativo prepara, con calma, en el lanzamiento de un larga duración de once canciones titulado 022. Si los planes se desarrollan con normalidad, el estreno llega en octubre, poco tiempo después de la sesión de BRODA. Por eso este cuarto episodio tiene un doble sentimiento de precalentamiento y dosis aplaca manija de lo que está por venir.
El álbum junto a Irivarte (AKA Martín Iriarte de Trato Grosso) está casi listo. Demandando casi todas las energías de Joako, todavía restan producir dos clips.
En la sesión de BRODA Joako tira dos temas de 022 y uno más viejo. “Uno que quiero mucho”, aclara . Es un material que supo sonar en jams, pero ahora llega bien pulido, listo para reintroducirse ante la audiencia.
En el revoltijo de emociones e incertidumbre que significa 2020, Joako además está escribiendo canciones para la banda que integra desde hace un tiempo, Dois Agha. Side project o fuerza que late a la par, Dois Agha planea su propio esquema para los próximos meses de nueva normalidad. En un año complicado, el grupo sufrió el impasse de la grabación de su material debido a la cuarentena. Sin embargo, los planes no se de cancelaron. La idea es sacar algo más adelante, por eso Joako concentra sus energías en escribir canciones del grupo que integra las huestes del MUG. “Ahora, luego de la cuarentena, queremos activar. Estamos en eso“, comenta sobre el trabajo de la banda que viene tranka, pero seguro.
Joaco, Joako22 o El Joa, como quieran llamarlo, se mueve en un terreno diferente a la coordenadas típicas de las ramas de la música urbana rosarino. Con una declarada inclinación por la palabra, sintiéndose lo suficientemente libre -y poderoso- como para mostrarse sensible, Joako tiene una antena que le pone rimas a su introspección y a la atmósfera de las calles sin pretender más que él mismo. Cronista de micrófono en mano, quizás existencialista; buceador del lenguaje que recién está comenzando, Joako tiene poco más de un puñado de canciones por estrenar y estamos ansiosos por descubrirlas.