MANU PIRÓ EN BRODA | EXCLUSIVO RAPTO

Manu Piró es el protagonista de la nueva sesión BRODA que se estrena este domingo en YouTube.
A continuación, entrevista + preview del noveno episodio.

BRODA sigue adelante con las sesiones pertenecientes a su segunda temporada en un año que todavía tiene mucho para dar. Con la tercera temporada ya grabada en su totalidad, las novedades siguen agitando la rocola de la Internet mientras las sesiones suman plays en YouTube y ahora también en Spotify. El servicio de streaming sueco va ganando paulatinamente su cuota de BRODA, primero con Kavará y más recientemente con Fermín Sagarduy.
Mientras tanto, en el frente principal, las novedades siguen adelante. El episodio que estrena este domingo tiene como protagonista a Manu Piró, embajador pop del sello Río Rosa. Para la sesión Piró llega acompañado de Jeremías Sorrequieta, músico, productor y hermano de aventuras tanto arriba como abajo del escenario.
Manu Piró AKA Manuel Reboiro tiene 22 años y su música habita un equilibrio entre el pop y el pulso electrónico.  Sofisticado en su sonido, resuelto en su rol de frontman, la meta siempre es entretener brindando colorido y disfrutando junto al público.
En octubre Piró publicó Amar en bucle, álbum que llegó a través del sello Río Rosa. Entendiendo al pop como una dimensión ideal donde ejercer como autor, productor y arquitecto de arreglos posibilitadores, Piró se entrega al armado de canciones con lucidez. Regando sus hitos con guiños como samples minúsculos y cuidados arreglos, cantando bien en rosarino y derrochando estribillos irresistibles, Amar en bucle es un álbum fundamental del pop rosarino más reciente.
Parte de la visión globalizadora de Piró se evidencia en un disco que es fiel producto de su tiempo: es breve, disparando hipervínculos, manteniendo la frescura sin volverse predecible; apela a diferentes oyentes que pueden unirse bajo un beat elemental por 27 minutos. Lejos de una fórmula genérica, Piró hace de Amar en bucle un mapeo contemporáneo donde las canciones se mixturan manteniendo una personalidad clara. Repleto de invitadxs como De La Rivera, Fasciolo, Piwi Savioli e Indie J (entre otrxs) Amar en bucle es una gran orquesta y Piró/Reboiro es su conductor decidido.

 

La música de Piró tiene un impulso electrónico considerable al que podría apostar de manera integral con un show ciento por ciento sintético basado en computadoras, sintetizadores y más parafernalia digital. Sin embargo, su apuesta es orgánica, optando por estar acompañado por una banda completa siempre que las condiciones estén dadas. El grupo (de cuidado) que acompaña a Reboiro en vivo está integrado por Ramiro Barfi Hernández (guitarra eléctrica), Guido Castellotti (batería),  Maira Robledo (Coros), Nacho Seret (Teclados) y Juan Pablo Carrillo (bajo y sintetizadores).
“Creo que, justamente, el hecho de tocar en vivo se asemeja en cierto modo a lo que es producción porque, una vez que tenés la canción hecha, la parte musical con el género, la instrumentación que elijas o la estética sonora que te guste, es cuestión de buscar, un juego constante”, observa Manu.
En ese sentido, el solista y productor, profundiza: “una canción que te gusta la podés hacer tango, tecno o podés hacer un tema de trap. Teniendo las canciones del disco, puedo elegir el formato que quiera, ir mutando. De hecho, nosotros tenemos varios formatos. El año pasado el que más mostramos tocando en vivo fue el formato full band. También tenemos un formato pocket que es acústico con octapad. Hay otro más en plan DJ, con bichitos eléctricos, más reducido, menos canales, ideales para espacio más acotados”.
Tanto Manu como el resto de su equipo entienden la presencia de un show completo. Lo técnico puede siempre encontrar un camino de adaptarse y hasta de potenciarse, pero la entrega en vivo de talento, vibra compartida y conexión de banda-audiencia sigue siendo prioridad. “El show en vivo es más orgánico porque siempre disfruté ese tipo de presentaciones. Me parece que una puesta en escena con musiques en vivo tocando instrumentos y generando entre todes acústicamente una pared sonora es una sensación hermosa. Creo que podemos replicar muy bien eso, siempre”

–  El nuevo disco llegó en un año raro, todavía no tuviste posibilidad de presentarlo en vivo con tu público. ¿Qué sensaciones te deja eso?

Fue un espanto. Con lxs chicxs de la banda veníamos preparando el formato vivo hace tiempo y teníamos un show picantísimo para ir a defender el álbum. Por un lado nos quedamos mordiéndonos la lengua pero por el otro, aprovechamos este tiempo para seguir puliendo el formato. Estamos con muchas ganas de salir a mostrar todo.

Amar en bucle está lleno de matices que van aparejados a la variedad de invitadxs. Cada aporte suma mucho sin diluir tu propio sonido. El disco pudo plasmar tu esencia, lo que no es fácil cuando hay personalidades fuertes e identificables.
¿Cuánto tuvieron que trabajar ese equilibrio perfecto?

Coincido totalmente. Si bien la búsqueda de ese sonido homogéneo parece complicada en los papeles por las diferencias que tienen los feats entre sí, el sonido que tenía en mente estuvo claro desde el minuto cero y eso ayudó mucho. Además, el factor que sumó fue la predisposición y la buena onda de lxs artistas invitadxs para acoplarse porque, no solo se sumaron a cantar, sino a componer su parte junto a mí. Esto ayudó a conducir todas las letras y melodías sin que la canción pierda lo que dije anteriormente: la búsqueda de homogeneidad que conlleva un álbum de ocho canciones.

– Además de tu camino solista y asociaciones con otros proyectos, ¿te interesa involucrarte de lleno en la producción de música? 

En ese sentido me siento un privilegiado porque tengo la suerte de, además de trabajar como Manu Piró, tener otro oficio que está muy relacionado. No es que soy Manu Piró en un momento y luego me voy a ser dentista. Tengo la suerte de tener un oficio que está muy relacionado. Trabajar en un estudio me hace estar en un ambiente y sintonía que me ayuda mucho. Ambas facetas se complementan muchísimo. Me encantan las dos. Creo que me ayuda mucho también para mi proyecto solista. Van muy de la mano. Siendo sincero, no es algo a lo que aspiro en el futuro, me veo más yendo por el lado de Manu Piró, pero trabajo con la producción, me encanta grabar a otros artistas, me encanta vivir en el estudio nerdeando cosas de audio. Tampoco creo que es algo que dejaría de hacer. Si bien me enfoco más en mi proyecto solista, mi rol como productor me divierte muchísimo.

Piró junto Xpiral, Seimur y Dan Grecco forman integran Río Rosa, sello independiente que desde hace dos años viene trabajando de forma pareja con lanzamientos de discos, sencillos, videoclips y recitales.
En septiembre de 2019 realizaron el Festival Río Rosa en el Galpón de la Música, congregando al público de cada banda, pero dejando en claro que la intención es concluir en un frente común que exceda a los diferentes guetos estéticos que conforman una Rosario de microescenas. Desde el corazón de Río Rosa parecen decir “vamos hacia adelante entre todes”, un leitmotiv que tiene correlato con el accionar individual de cada banda.

-El año pasado con Río Rosa tuvieron un año copado. Algo interesante es que como sello salieron a hablarle a todo el público de la ciudad sin quedarse en el gueto del indie, del pop o la electrónica. Entendieron que la gran apuesta es construir. 

Desde un principio la búsqueda del sello era poder abarcar a la mayor cantidad de público sin encasillarse en ningún género. Si bien nosotros nos identificamos con el género pop, lo que realmente sentimos más es el concepto popular de lo que significa pop. Popular de poder abarcar la mayor cantidad de gente posible.

– ¿De qué forma trabajan los cuatro proyectos que integran el sello?

Tenemos una manera de trabajar piola. Los chicos son todos una masa, re buenas personas. Venimos trabajando de una forma cuasi colectiva. Tratamos de resolver nuestros problemas entre todos, no de quedarnos aislados. Me parece que en Rosario se da mucho eso últimamente. Años anteriores, mi percepción es que estaba cada uno en la suya, con sus cosas. Últimamente empezaron a surgir movimientos como el MUG o Río Rosa que se dieron cuenta que estaban todos en la misma. Entre todos es más fácil.  Siguiendo esa modalidad encaramos todos nuestros proyectos en Río Rosa: laburamos de manera colectiva, ayudándonos, delegando tareas alrededor de todo eso. Este año, claro, las reuniones fueron virtuales.

Lucas Canalda  + Enana Ojerosa Ph

 

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