Sobre Señales de tránsito de Toni Temple

Toni Temple está de regreso con Señales de tránsito, nuevo disco que lo encuentra en gran forma y rodeado de un puñado de sus compinches habituales además del aporte especial de invitadxs que expanden su esfera musical.

Toni Temple acaba de publicar Señales de tránsito, álbum que lo encuentra en gran forma junto a una banda consolidada en el último tiempo.  El disco está conformado por nueve canciones que expanden su sonoridad con arreglos sencillos y aportes de invitadxs estelares. Con detalles que se van descubriendo en cada nueva escucha, Señales de tránsito esconde una sutileza natural lograda por un trabajo enfocado en la canción como un todo.
Si bien el disco refleja gran parte del repertorio que el grupo estaba haciendo en vivo, hay una comprensión completa de las canciones en esta nueva empresa de Temple. Quizás sea su disco en banda más enfocado, resultado de un trabajo ajustado con un grupo estable y su relación con el productor Ignacio Molinos. Las canciones de Temple siempre estuvieron ahí, tan justas como necesarias. Ahora parece que las piezas encajan a la perfección, en una armonía ideal.

Señales de tránsito se grabó en la Mansión Mutante junto a Molinos, un proceso que se extendió por varios meses debido a las circunstancias lógicas de un 2020 pandémico.
El punto inicial para este nuevo disco de Temple fue la batería. Para eso llegaron al Fructuoso Record Club ajustando (y registrando) las bases para lo que habría de venir. Inmediatamente después siguieron con las guitarras y las cuatro cuerdas. Luego la dirección viró hacia al estudio principal de la Mansión, en un trabajo conducido palmo a palmo por Toni y Molinos. Nacho estuvo a cargo de la grabación, la mezcla y el master final, confirmando un excelente entendimiento con Temple que se manifiesta en discos, simples y colaboraciones como el cruce de “Recuerdos imposibles” que el songwriter y Nacho & El Robot, publicaron en el mes de junio.
La banda estable que acompaña a Temple desde hace casi dos años está conformada por Agosto Zabala (bajo y coros), Mariano Uzin (batería) y  Ale Siniestro (guitarras eléctricas). Lxs músicxs sumaron su parte para el disco con el mismo Toni grabando coros y teclados, además de voces y guitarra.
Por último, Señales de tránsito se completa con el aporte de invitadxs de cuidado: Pedro Jozami (piano en “Frutas y Flores”), Kore (saxo en “Plaza Libertad”) y Pauline Fondevila (voz en “Divididos por la joya”).
“Trabajamos muchísimo los ensayos para tener claro los arreglos y potenciar las canciones, tratando de hacerlas coquetear con diferentes estilos, pero siempre con la brújula puesta en que la canción entera es la protagonista de esta historia”, comparte Ale Siniestro, recordando las semanas de trabajo en estudio.
“La grabación fue muy amena, veníamos super ensayados y con las ideas muy claras”, cuenta el guitarrista. “La batería, bajo y mis guitarras, las grabamos con Fructuoso todo en una sesión muy expeditiva y relajada”, agrega. “Lo demás corrió por cuenta de Toni y Nacho”, concluye el siempre listo Siniestro.

Toni transmite de manera sencilla. Opta por una economía de palabras, decide dejar de lado la metáfora para escribir en la medida justa. Comparte sinsabores apuntándolos de manera cruda, pero sin furia. Temple no sobreactua. Tampoco busca ser un narrador obvio. Tiene claro que la experiencia del disco se vive en conjunto, sin necesidad de agarrarle la mano a nadie.
Lo de Toni es casi una apología del sentimiento primario que devino en el rock and roll. Es el mismo ímpetu que supo inspirar varias generaciones de hacedorxs de canciones. Temple se hace fuerte allí más allá del ropaje sonoro que eligió durante las diferentes etapas de su breve y aún así variada discografía.
Convertido en un trovador suburbano de lo imprescindible, Toni lleva un equipaje básico para Señales de tránsito: aceptación, rabia, amigos, derrotas y algo de beber para acompañar la caminata por el aire fresco de una ciudad. El corazón, claro, siempre está bien puesto, latiendo fuerte.
Como songwriter Temple no es un observador estático que todo lo mira pasar para luego llevarlo a la canción: Toni patea entre las historias, rastrea por grietas que le dejan saber el tinte justo para ser un tema. Señales de tránsito es un disco de canciones hechas por un espíritu inquieto, uno que conoce su territorio como baqueano sin posibilidades de escape. Más que resignación, hay aceptación y un deseo por hacer algo.
La referencia con Strummer es lógica, pero aquí también afloran Moris y tanto el Springsteen solitario como el Cash más urbano y falto de fe. Al igual que esas voces, Temple sabe que no hay mucho más que lo terrenal: conoce de primera mano las fichas que se juegan y los resultados limitados de cada apuesta. En algunas ocasiones todo sale bien. Otras veces es necesario apechugar para seguir adelante. Es un disco de un existencialismo raso, donde los interrogantes y las certezas no se elevan, sino que están a la misma altura que nosotrxs, listas para pesarnos, golpearnos o activarnos. Cualquiera sea nuestra apuesta, cualquiera sea el resultado, ahí van a estar las certezas, preparadas para nuestros días de lumpenaje, supervivencia y desahogo.

Por Lucas Canalda & Renzo Leonard

 

 

Si te gusta lo que hacemos, podés invitarnos un cafecito ☕ haciendo click acá

 

comentarios