Este sábado Víctima del Vaciamiento publica Sick Creatures, su nuevo disco y quinto lanzamiento en menos de dos años.
RAPTO presenta un vistazo exclusivo a la realización del inminente LP de la banda liderada por Osvaldo Zulo.
Luego de Outsider, Destruction is the new creation y dos volúmenes de Demos & Rarezas Víctima del Vaciamiento se prepara para el lanzamiento de Sick Creatures, su nuevo disco y quinto lanzamiento en menos de dos años. Uno podría afinar más el lápiz y decir que en realidad son cinco lanzamientos en veinte meses, diez con el último tramo del largo invierno macrista y diez consagrados a una pandemia que puso en apuros a toda la humanidad. Detalles de contexto no menores cuando se trata de una banda íntegramente independiente que depende únicamente de su propia sangre, sudor y deseo inclaudicable de hacer música.
Víctima del Vaciamiento es el proyecto liderado por el guitarrista y vocalista Osvaldo Zulo desde principios de la década. La formación actual del grupo se completa con Ale Siniestro (bajo, sintes y coros), Rodrigo Ramos (guitarra) y Guillermo Insausti (batería).
Con veinte años en actividad y habiendo encabezado bandas inolvidables como Desesperanza, Impedidos, Los Daylight, Sistema de Sonido Descontrol y Operativo Exposición Total, Zulo es una tromba incansable y con cada nuevo lanzamiento su leyenda se acrecienta. Si alguna vez Lester Bangs dijo que el primer error del arte es asumir que se trata de algo serio, Zulo lleva dos décadas desacralizando cualquier tipo de método, protocolo y red de seguridad que pueda ofrecer el oficio de hacer música. Para esta hombre-usina de lentes gruesos y sonidos feroces, la única seriedad real pasa por generar canciones.
Formado en aquello que alguna vez llamamos underground, Zulo sabe que las palabras son algo más que etiquetas de descripción fácil. Creciendo entre lecciones (y acciones) donde la contracultura es política, siempre prefirió pasar de cualquier tipo de asociación superflua, caminando donde se sintiera cómodo y acercarse donde la vibra tenga nociones reales, lejos de pretensiones, acartonamientos y poses de histerias frívolas pertenecientes al canon estético del momento. De esa forma, toda su obra, plagada de discos magnéticos, ocurre a un costado de todo. Sin rosca de productoras, sellos wannabe, periodismo que corren detrás de las modas o inventan hype.
Ahora, ya entrando en los últimos meses del gran año de la pandemia, su historia suma un nuevo capítulo con el inminente Sick Creatures. El disco cortó un sencillo adelanto llamado “In my twisted mind” y el sábado llega el resto de la artillería.
Con la velocidad como premisa y una sonoridad que oscila entre el garage, punk, el power pop y el post hardcore, Víctima del Vaciamiento es una de las mejores experiencias en vivo de la ciudad. Impredecibles, rápidos y siempre bien hidratados por lo que haya a mano, estos cuatro socios de la distorsión no tienen demasiado tiempo que perder.
El ritmo vertiginoso es extra musical en el caso de Víctima del Vaciamiento. Parece haber una premisa básica desde que la actual formación de la banda comenzó a mediados de 2019: ACTIVAR O MORIR. Zulo, Siniestro, Ramos e Insausti demean, producen, graban, tocan y todo otra vez. LPs, EPs, sencillos, splits, cassettes: La manija no agota nunca su batería, encontrando resultados aún en un presente atravesado por las complicaciones pandémicas del Covid.
“Antes que todo funcionamos como amigos” explica Ale Siniestro sobre la buena química de los cuatro. “La manija es un integrante más. Cada encuentro de Víctima termina con los ceniceros rebalsados y latas por todos lados”, agrega. “La música es nuestro centro de gravedad, que nos permite convertir la manija en algo productivo”.
Para los integrantes de Víctima del Vaciamiento estar en marcha es vital. Que el zumbido eléctrico esté vibrando siempre es una prioridad comprendida por los cuatro. La actividad de la banda los hace vivir en una realidad paralela donde, según Siniestro, “las leyes las ponemos nosotros y estar ahí es adictivo”.
La grabación de Sick Creatures estuvo atravesada por la pandemia y sus subsecuentes estadios de cuarentena, distanciamiento social y danza de fases. En ese sentido, más allá de la tremenda manija que caracteriza a la banda y a los colaboradores más cercano, nada pudo hacerse más que esperar. Enfrascados, apuntando ideas para Víctima y produciendo de manera individual, el tiempo de pausa se hizo largo para todos.
“La pandemia nos condicionó, pero a la vez nos ayudó a focalizar y a saber bien lo queríamos lograr. Cada movimiento tenía que ser certero. No dejamos cabos sueltos”, señala Siniestro.
El coronavirus llegó a la Argentina justo cuando el cuarteto estaba agendando una importante cantidad de fechas para todo el año. Totalmente focalizados a la experiencia en vivo, la realidad pandémica se llevó puesto el plan para tener un 2020 con pura adrenalina recitalera como fue buena parte del año pasado.
“Obviamente tuvimos que cancelar todo y eso nos bajoneó. Le insistí a Osvaldo que canalice el bajón haciendo canciones y de repente todos los días nos enviaba una canción nueva, una mejor que la otra. Se superaba siempre”, recuerda el bajista. “Llegué a contar 17 en menos de 2 semanas. La cosa iba en serio”.
“Teníamos un gran repertorio con el cual trabajar. Volvimos a sentir esa ansiedad que nos caracteriza, pero esta vez yo tenía la necesidad de tener más control sobre las cosas. Me di cuenta que teníamos que hacer valer toda la experiencia acumulada y que no había apuro. Armamos una planilla de preproducción y empezamos los ensayos en la casa de Guille a volumen 2, cosa poco común con Víctima, pero eso nos vino bárbaro para ir a la velocidad de la luz con la interpretación y el trabajo de arreglos de los temas”, comparte el polifacético Siniestro con RAPTO.
Con apenas un mes de ensayos dedicados el cuarteto tuvo bien clara la idea del nuevo álbum. La puntería estaba tan afilada que cuando llegó el momento de cerrar, hasta ya tenían el título definido.
Cuando la cuarentena rosarina se abrió, la banda regresó a la sala y le dio merecida rosca al volumen. Víctima estaba de vuelta en acción y la química fluía como siempre.
Sin perder tiempo, agendaron un turno para grabar las baterías con Diego Picech AKA Jean Luc Patulek. El grupo optó por hacerse cargo del resto de la grabación y producción, alquilando por dos semanas un espacio en Sala Mitre. Allí Siniestro montó su estudio grabando todos los instrumentos y voces con un micrófono SM57.
Además del equipo mencionado, Sick Creatures cuenta con varios invitados que aportan matices renovadores al sonido siempre intranquilo de la banda: Franco Santangelo hace coros en cuatro canciones mientras que Ezequiel García suma guitarras acústicas en otras dos. Por último, Azul Violeta y Rodrigo Delvalle hicieron los coros de “Just can´t stand you”.
Abrazando el trabajo eficaz y ampliando con sutileza la sonoridad clásica con compinches de toda la vida, la banda se puso al hombro la campaña con una necesidad de sacar adelante el disco y probar que los meses esfumados en encierro y distanciamiento no habían sido en vano. Algo bueno iban a sacarle a este 2020 maldito.
Afinados, sin tiempo para boludeces, sedientos de sangre y con ganas de revancha, Víctima del Vaciamiento completó el álbum sin fisuras ni contratiempos. Con todo listo, el material fue despachado hacia la Mansión Mutante donde Ignacio Molinos emprendió la mezcla y la masterización.
Sick Creatures tiene una cubierta realizada por el artista rosarino Gustavo Rojas popularmente conocido como Mosquil. Nacido en 1961, Mosquil comenzó su camino publicando en la mítica revista Fierro sobre mediados de la década del 80. En esa época sumó sus esfuerzos a El Porteño, Fin de Siglo, Rock & Pop y a la fundamental revista contracultural Cerdos y Peces.
Por supuesto, dentro de la cultura subterránea (y no tanto) sudamericana, Mosquil está irremediablemente atado a Invasión 88, compilación que reunió a las bandas más destacadas del punk rock en la Argentina. Para ese disco el rosarino diseñó una portada a todo color con ilustraciones que supo marcar a fuego a las generaciones que iban a venir.
“La idea la plantó y la ejecutó Rodrigo, que es un integrante más de la banda, pero que no toca ningún instrumento. Él despliega sus ideas y necesidades de manera gráfica, y a veces hasta vandálica”, comparte Siniestro a propósito del tremendo aporte de Mosquil al nuevo disco de Víctima.
“A Mosquil lo fueron a ver al Parque España, en uno de los primeros findes que se podía activar. A las pocas semanas nos envió la portada y nos gustó mucho. Completa muy bien el concepto del álbum. Las criaturas ya estaban enfermas de antes…”
Sick Creatures
El nuevo disco de Víctima del Vaciamiento está compuesto por quince canciones que, como indica la cubierta del álbum, ameritan un volumen indecente para compartir con vecinos y toda persona que transite la cercanía de nuestro hogar.
Estas criaturas enfermas exudan electricidad y poder. El conteo corre sin pausas en altas dosis de garage, punk rock y powerpop. Entre la seguidilla también hay inyecciones de psicodelia. Son territorios que los cuatro de Zulo dominan al dedillo, sabiendo articular detalles y matices pequeños que lo mantienen fresco.
Siempre inquietos, nunca quietos, los Victima del Vaciamiento están avanzando en cada ocasión. Son demasiados eléctricos para anidar en la comodidad. El correr de las canciones descubre estructuras melódicas, detalles acústicos, sintetizadores y una muy bienvenida dosis de arreglos vocales. Puede que ante la velocidad reinante todo pase demasiado pronto como para notarlo en la primera escucha, pero con el eventual replay todo se va ampliando.
“In my twisted mind”, “The wheels”, Just can´t stand you”, “Another indie band” mantienen cierto mood de Zulo. El Oswal no tiene mucha paciencia con el mundo exterior y hace tiempo que su máscara más civilizada se le cayó. En pocas palabras, no lo jodan.
“No hay nada que ocultar/solo me quiero morir” canta el otrora Sandro Poseso en “In my twisted mind” mientras atrás la banda estalla de manera furibunda sin ofrecer la más remota posibilidad de calmarse.
Hastiado de mirar alrededor y encontrarse en un contexto de bandas infladas, sonidos repetitivos e inclinaciones hacia el securitismo, la asimilación y lo predecible, Zulo mira alrededor harto, sin ganas de caretear. Está aburrido y “Another indie band” llega como respuesta a toda la situación de hartazgo. “Otra banda indie/siempre es lo mismo/pero el hype se va acabar” canta Zulo sobre unos riffs gancheros y una melodía de esas que sabe manejar tan bien cuando así lo desea.
Pero no todo pasa por la vena pendenciera. Si algo tenemos claro luego de escuchar a Osvaldo Zulo por veinte años, es que es un tipo de corazón enorme. Debajo de los serial killers, el aburrimiento letal y la antropología musical, habita un tipo sensible. Ese mismo que durante la pandemia grabó su propia versión de “Earth angel”, dejando en claro que siempre hay algo más de lo que capta el ojo. “Everything tonight” es un gema popera coreable desde el primer segundo. La canción se rige por el mismo ímpetu que caracteriza a la banda en los últimos años: hay que vivir ahora. Es una urgencia existencial que viene acorde a un año de incertidumbre covidiana, claro, pero también es algo que abunda en el cancionero de Zulo: todo puede explotar de manera inesperada más allá de las circunstancias. “No sabemos si estaremos vivos mañana/pero no hay necesidad de sentir ningún tipo de angustia/porque vamos a hacer todo esta noche” canta en inglés el líder de Víctima. Imposible escuchar la canción una sola vez. Dame esos cien segundos una y otra vez, por favor.
“No escribo canciones/solo las libero” canta Zulo en “Free song” dejando en claro que la música es, por sobre todo, una cuestión de exorcismo. Nosotros a su lado, miramos como pequeños Damien Karras, maravilladas por este criatura única que es Zulo: mitad exorcista, mitad poseído; es un yin y yang constante que escupe música para encontrar un rato de paz.
Sick Creatures se publica este sábado 31 de octubre por las redes de Víctima del Vaciamiento. Al otro día, el grupo sigue de estreno con el lanzamiento del videoclip de “Psychic vampires”, realizado por Nueva Mutación Films.
Lucas Canalda
Foto principal por Alejandría Bert
Foto VdV por Rodrigo Delvalle
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