Saturno Swing es el nuevo disco de Aguas Tónicas.
Producido por Hernán Espejo AKA Compañero Asma , la novedad los confirma como creadores de una cosmogonía en constante expansión.
Las guitarras a reacción van trazando el rumbo, ahí arriba, en la estratosfera. La mirada observa con atención la tierra, rasante, buscando encontrar el fuego más noble del humano y salvaguardarlo para un nuevo terruño. Este Saturno Swing es un entramado de canciones que no sabe de estribillos y se respalda en guitarras y teclados para llevar adelante una señal, una baliza espacial que transmita para todos aquellos individuos sensibilizados y en condiciones de conectar. Aflora la intensidad stoner de un principio lejano pero con estos habitantes del Saladillo nada se mantiene igual salvo la exploración. La oscuridad se extiende como maleza sobre las alucinaciones. Rock argentino de los 80s y 90s y tintes new romantic se meten en la fórmula tónica de psicodelia, blues iconoclasta y libertad febril para desdibujar límites entre épocas y estilos. Esto es groove espacial que contrabandea dinamita para acabar con la angustia del almanaque que marca tarjeta.
Es Mariano “Maru” Conti, guitarrista, vocalista y principal compositor, quien conversa sobre el disco. La calma lo acompaña pensando cada respuesta y recibiendo cada devolución hasta interiorizarla. Pronto cuenta con entusiasmo como el grupo, que se completa con Jorge Capriotti en guitarra, Esteban Manino en bajo, Mauro Cuffaro en guitarra y teclados y Andrés Tarrab en batería, se instaló en General Rodríguez, Buenos Aires, un fin de semana de noviembre de 2014 para grabar las canciones y trabajar con el productor Hernán Espejo (Compañero Asma) y el ingeniero de sonido Hernán Grasso. “Con Hernán tenemos relación desde hace mucho tiempo. De la primera vez que vino a Rosario a tocar con su proyecto Compañero Asma, me acuerdo que vino él solo con su guitarra” detalla Conti, “básicamente queríamos trabajar con él porque es un tipo que tiene un concepto muy amplio de la música, conoce mucho de distintos tipos de género. Ya había hecho trabajos de producción y nos parecía que era la persona ideal para hacer el disco; queríamos trabajar con alguien que tuviera la cabeza abierta en un sentido musical”. Fue Espejo quien instó al quinteto a grabar en directo todas las canciones “Antes que saliera lo de Hernán queríamos grabar por separado, de manera más tradicional”, apunta el cantante, “Él nos pidió que lo grabemos en un estudio de Buenos Aires, quería que se note la energía de la banda en vivo, con todos tocando al mismo tiempo. Hernán nos sugirió eso y nosotros dijimos que sí porque nos parecía que nosotros también estamos acostumbrados a eso, menos “Canal de Amor y Confusión” todos nuestros discos los grabamos de esa forma”. El método parece tener un efecto inmediato sobre cualquiera que se tope con estas once nuevas canciones; el groove es punzante e irresistible, y si bien, Aguas Tónicas siempre capturó al oyente, esta vez parece que el trance también incluye moverse en una especie de baile embriagador. “Eso nos lo dijeron bastante. A mucha gente le pareció un disco con más ritmo” afirma Conti sin descuidar que rote la infusión, “para nosotros, tal vez, no fue tan consciente, pero sí tomamos una decisión en cuanto a la composición de ir a otro lugar, no volver a lo veníamos haciendo, que sea un lugar más para afuera, menos viaje interior, que sea algo más físico, que lo que transmita la música sea una cuestión de ritmo”.
Apenas compartido en la plataforma bandcamp “Saturno Swing” agotó las descargas gratuitas y se propagó con goce por los oídos de seguidores avezados y recién llegados. En junio del año pasado el nuevo material fue presentado a sala llena en Distrito 7. Nada de esto sorprende: El presente encuentra a los Aguas Tónicas convertidos en unos fogueados referentes de la escena independiente rosarina al mismo tiempo que son favoritos de varios artistas locales ya consagrados ante el público. “Me siento muy contento por eso”, comenta el cantante y guitarrista con sencillez antes de apurar un mate y agregar, “La música nos ha dado estas cosas. Pudimos trascender cierto tiempo y seguimos haciendo música, sacando discos. A la gente le sigue gustando lo nuestro. Eso me pone contento, me siento agradecido”.
– Aparecieron con un disco que fue una bomba que se propagó por la red y los ubicó en una especie de pedestal de banda prestigiosa. Estar en ese pedestal puede ser peligroso pero ustedes nunca se hicieron cargo de todo eso.
Eso nunca nos trajo ningún beneficio. Algunas puertas se nos han abierto. Al principio tocábamos en Kasa Enkantada para cincuenta personas y ahora para la presentación del disco, por fin, metimos más de trescientas personas en un lugar grande con mejor sonido. Algo cambió pero tampoco nunca nos llevó a algo distinto. Ese podio está buenísimo también porque es un reconocimiento pero eso no nos puede impedir generar cosas nuevas y tratar de ir para otros lados si vemos que para nosotros es necesario hacerlo; en ese sentido no le tenemos que rendir cuentas a nadie salvo a la gente que le gusta la banda, que por suerte, con todos los cambios que tuvo la banda le sigue gustando. A lo mejor otro público te da la espalda y no te va a ver nunca, porque cómo vas a cambiar de hacer stoner rock a un blues medio lento, sin embargo a la gente le gustó igual.
Aguas Tónicas tiene poco más de diez años de vida y una nutrida discografía que denota búsqueda e inconformismo. Su debut de 2005, conocido como “el disco verde”, un cóctel ingobernable de stoner rock y psicodelia, los impulsó hasta llegar a oídos especializados, amantes del rock argentino de los 70, y además a ganar concursos a nivel nacional y estallar en la blogosfera, por entonces el lugar indicado para encontrar nueva música. “Canal de Amor y Confusión” de 2008 es un ejercicio de temple, una gran gambeta para todos aquellos interesados en clasificar y dejar al grupo bajo la etiqueta stoner; seis canciones que ahondan en la psicodelia y bajan la velocidad, el blues sigue siendo atómico pero intensifica la búsqueda de lo orgánico luciendo una decidida piel ácrata. Un año más tarde llega “Transmisión Amor Confusión”, un registro en directo en el teatro La Comedia que demuestra la cualidad evolutiva e irrepetible del grupo. En 2012, “Los Desposeídos” presenta doce canciones que reverberan sobre la necesidad de la naturaleza como vehículo de viaje colectivo; amor, amistad, sexo y vientres. Lanzado en 2013, con sus nueve minutos de duración,”Krakatoa”, es un simple que narra la historia de una conquista y que llega para manifestar que el hilo conductor en Aguas Tónicas es su núcleo orgánico, ese elemento primario que va modificando sus patrones celulares hacia la evolución.
Con el paso de los años y con cada nuevo disco Conti ha ido creando un universo propio en sus letras. Por momentos ese universo es la topografía santafesina en propia piel; a veces es sencillamente un joven en la calidez hogareña conmovido por el gesto de la sangre; o puede ser también, la visión de un cosmonauta onírico y apátrida que imagina un mundo-post-mundo con esperanzas y flaquezas.
– Tus letras bosquejan pero dejan que uno complete la idea
La idea es esa, no bajar línea de manera directa, que haya una interpretación de cada persona, que ciertas palabras y ciertos sonidos remueva cosas adentro y que la persona haga su proceso y saque sus conclusiones, eso es lo bueno, que la gente sienta cosas y que piense por ellos mismos.
– Hay vueltas de ciencia ficción, una especie de Soviet futurista
Eso creo que está en todos los discos de Aguas Tónicas. Desde el principio armamos ese mundo imaginario del soviet futurista, es un mundo que va creando cada banda, cada una tiene su propio mundo que va desarrollando a través de los discos y del tiempo. A mi particularmente me gusta mucho leer ciencia ficción, a los chicos también, tal vez estamos muy influenciados por eso. Hay una esperanza de un futuro mejor pero también teñido por cierto pesimismo al mismo tiempo, una cosa rara. Hay pesimismo pero hay ganas de construir algo mejor a pesar del pesimismo.
– En el disco anterior estabas experimentando con las palabras, con las rimas, tal vez haya sido algo más individual, Mariano jugando con palabras en su anotador y luego llevando la canción ante el resto del grupo. Saturno Swing vuelve al laburo colectivo.
Sí, es el disco de creación más colectiva que hicimos. En “Los Desposeídos” hay muchos temas que yo llevaba más cerrados como canción y acá hay menos formato canción y sí hay improvisaciones. Son improvisaciones que se fueron depurando y depurando y que capaz que lo último que apareció es la letra, por ejemplo, “Fuerzas eróticas” una letra muy acotada, que no dice mucho, pero la idea era esa, que sea más lo musical y lo instrumental, que haya un mensaje pero muy de fondo.
– Hay algo paradójico en “Astillero”, canción que abre el disco, que me encanta: el orgullo obrero de construir ese gigante que atraviesa océanos pero en el que probablemente nunca tendrán oportunidad de viajar.
El viaje de ellos es construirlo, justamente. “Astillero” cuenta eso, la épica de la construcción colectiva que aparentemente no tiene ningún tipo de mística porque es un garrón, porque es un trabajo pesado que no quiere hacer nadie, tiene lo bueno que es justamente eso, que lo construyeron entre todos. “Creo que fue lo único bueno” dice la letra en un momento porque el resto de la vida de un obrero, básicamente, un garrón pero tiene eso de bueno, algo que muchos no ven pero creo que existe y lo hemos vivido todos los que hemos participado en construcciones colectivas de algún tipo.
Txt: Lucas Canalda
Ph: Renzo Leonard