YA NADA QUEDA POR COMPARTIR: IDEA BLANCO PRESENTA SU PRIMER LP

La nativa de Talca llega con su primer LP, un ejercicio de cantautora envuelto en pop de cámara.

Chile sigue anotándose valiosos títulos en el listado de novedades. A medida que el final de año se acerca, cuando tengamos que recopilar lo mejor de Latinoamérica en 2024, serán varios los discos y los artistas del país hermano que integren la lista. Ahora Idea Blanco llega con la autoridad que le concede un notable ejercicio de cantautora envuelto en chamber pop.
¿Es posible incomodar, hacer política, innovar y tener ambición desde el amor y la sensibilidad? Por supuesto. Y, ¿es posible fragmentar tan inmenso sentir como el amor y volver a nacer desde aquellos lugares que nos rompieron y callamos? Idea Blanco lo refleja en su primer LP, un homónimo debut que es su cuarto propio, su exploración y concepto listo para estallar.
Luego de presentar con excelente recibimiento el corto Textos, Vol. I, Idea Blanco se consolida con una declaración clara: ocho canciones inspiradas por la literatura, la escritura, las vivencias, ser mujer, existir; todas producidas por Camila Flórez junto a Martín Pérez Roa. Lo que partió como una fotografía de verano donde una de sus amigas lucía un tatuaje con la palabra “amor”, mutó a una placa que destaca por su novedad en la movida cantautoril.
A partir de esa imagen quise componer algo alrededor de esta temática. Empezaron a salir diferentes canciones, que derivaron en otras, y que al final fueron armando un relato en torno al amor: propio, de pareja, de hermanas, de amigo/as. Después, fui reconociendo otros sentimientos que surgieron del concepto y lo que lo rodea: nostalgia, culpa, ira, deseo, tristeza, alegría. Me di cuenta que había una serie de temas que yo no hablaba sobre el amor, que sentía que tenían un rasgo de universales y que más gente podía identificarse con eso“, cuenta sobre el punto de identificar el álbum un como lugar para decir lo que sentía, de forma cómoda, querida y contenida.
Con mujeres de varios estilos como referentes, la artista oriunda de Talca se introdujo en un viaje sonoro, un LP influido por distintos géneros pero que explora en la rareza, sin dejar de ser pegajoso. “Dentro de Idea Blanco hay canciones no lineales en estructura, hay canciones sin coro y solo una consecutiva de versos, hay canciones espejo. Sin embargo, algo que las une a todas es que buscan también diferir pero con cuidado, siendo todavía sonoramente agradables. Buscan dentro de su extrañeza el poder ser escuchadas”, agrega.

Vayamos a Idea Blanco, el disco. Se trata de composiciones de una cantautora con una producción de pop tan delicado como sofisticado. Podría afirmarse que es pop de cámara; sin embargo, aquí el protagonismo le pertenece a las canciones escritas por Camila Flórez, que se camufla en Idea Blanco.
Este trabajo se caracteriza por un equilibrio sutil entre sonoridades orgánicas y sintéticas. Abundan los arreglos, con un estupendo esfuerzo de producción en clave AOR. La experiencia, quizás, se aprecie mejor a través de unos buenos auriculares. Hay arreglos vocales, elementos percusivos y líneas de bajo que evidencian un trabajo de estudio que construye alrededor de la canción.
Tanto el productor como la compositora parecen concentrarse en lo importante: que las canciones sean genuinas consigo mismas, sin necesidad de correr detrás de ninguna etiqueta fácil. Flórez y Roa toman elementos de diversos géneros musicales, desde el pop y el rock hasta el synthwave y el folk, para ponerlos a trabajar en función de la canción.
Flórez demuestra habilidad para escribir letras personales y poéticas que a menudo tocan temas de introspección y amor, donde lo personal es político. Recogemos rastros de decepción, sexo, anhelo y de enamoramiento desengañado. Nada es explícito: cada escucha se interpreta única.
Hay estribillos y cadencias que se disfrutan y se quedan pegados. No se trata de reinventar; Flórez es sincera, haciendo fuego con los elementos disponibles. Tiene una voz rasposa, sabe escribir y le gusta jugar. Podría engañarnos si quisiera. Se insinúa como una cantautora auténtica.
Flórez tiene algo de Christina Rosenvinge en cómo habita la incomodidad: se hace fuerte allí donde el dolor es aprendizaje y la ironía punzante es sinónimo de empatía. Ambas caminan por ese territorio con soltura, aunque Rosenvinge lo hace con la arrogancia del atrevimiento, mientras que Idea Blanco se mueve con la impunidad del desengaño. En «Caída libre», adivina la intención, vaticinando la escena y describiendo ese descenso loopeado desde la intimidad de la piel. En «Coliseo», el deseo se convierte en una confesión en voz alta que se vuelve plegaria de aceptación: hay que desacralizar aquello que se adora.
Flórez utiliza las palabras de manera minuciosa: despliega el drama, plantea el interrogante, dispara el gancho. Sabe tomarse el tiempo. Alrededor, mientras tanto, crecen las percusiones reverberantes y melodías ambientales de sintetizadores.
Dicho despliegue dramático hace pensar en cuánto de performático tiene Idea Blanco. ¿Acaso será una carta potencial que enriquezca la conexión emocional entre la audiencia y su música? La pregunta persiste. En ese sentido, cabe destacar que Flórez prefiere elevar interrogantes, dejando de lado la obviedad. Amén.

Lo que partió como un guiño a la poeta uruguaya Idea Vilariño ya es un álbum largo y toda una propuesta clara y urgente. “La idea de performar en el escenario, y que todo lo referente a las canciones en vivo se vuelva una experiencia, fue algo que tuve que descubrir con el tiempo. No existían tantas referentes femeninas en la escena indie chilena under que me hicieran sentido de esa forma. Tuve que mirar a otras escenas para ir nutriéndome de ideas. Idea Blanco es un alterego que encapsula muchas cosas que quiero ser”, explica la chilena.
“Este es un disco trayecto, donde Idea nos lleva de la mano y nos eleva y luego nos baja. Pasamos por un túnel negro bien oscuro donde al final vemos la luz, con las últimas canciones, y salimos junto a ella”, agrega.
Porque al final del día, y de la escucha, Idea Blanco en forma y álbum, es un sujeto. Un sujeto sexual, amoroso, buscador de libertad. Jamás un objeto. Es sujeto activo que busca abrir espacios, sonidos y caminos desde una perspectiva y vivencia femenina, tensando el indie, desplegando fuerzas capaces de incomodar, hacer arte desde lo político con una propuesta que acoge y acompaña.
Empoderarse en la furia, transmitir alegría, paz y baile, también mesura. “Siento que las mujeres y disidencias de mi generación estamos sintiendo así. En un mundo que nos apaga o sólo permite sentir hasta cierto punto. Con el disco intenté que sintiéramos hasta el máximo de ese punto”.

Idea Blanco es una artista emergente de la escena chilena oriunda de la ciudad de Talca. Comenzó su carrera musical en el año 2020 con el sencillo Paso Seco de Mujer canción feminista contra la violencia de género. Durante el año 2021, estrenó los sencillos Lo Que Ayuda y Eso Eres. Esta última canción fue la primera con la que ingresó a una playlist oficial de Spotify en Mujeres del Indie, logrando un feedback significativo. Durante diciembre del 2021 estrenó su primer EP Textos, Vol. I, cinco canciones que reúnen influencia directa de distintos autores y poetas, basándose en literatura en general como inspiración. En 2023, publicó Ya No un íntimo dueto de balada rock folk junto a la artista Amapola.
Idea Blanco fue editado por el sello Casata. Todas las canciones fueron compuestas por Camila Flórez. Los arreglos corrieron por cuenta del productor Martín Pérez Roa y la misma Flórez. El responsable del master fue Francisco Holzmann, quien trabajó junto artistas como Mon Laferte, Alex Anwandter, Camila Moreno y Javiera Mena, entre muchos otros.

Por Lucas Canalda

 

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