Quiz > Cuestionario raptiliano para indagar en figuras de la cultura desde una óptica diferente.
Diez preguntas universales sobre el tiempo que habitamos + un puñado de interrogantes extras sobre su campo de acción.
Ilustraciones > Sebastián Sala
Alina Calzadilla nació en Rosario en 1975. Es diseñadora gráfica y egresada de la Escuela de Animadores de Rosario en el 2006. Trabajó en ilustración infantil, juvenil, editorial y en la creación de personajes y escenografías para stop motion. Es miembro de la Cooperativa de Animadores de Rosario y del Foro de Ilustradores Argentino. Ilustró Atrapado en el polo sur escrito por Lucía Moreira (EMR, 2013).
Desde el 2009 exhibe sus trabajos en galerías y muestras colectivas. Trabaja como ilustradora editorial y colabora con medios impresos y digitales. Es cofundadora del Festival Furioso de Dibujo y la Editorial furiosa.
Recientemente publicó Horóscopo Bastardo, un oráculo azaroso para quienes busquen diversión y respuestas cotidianas.
¿Cuál es tu humor por las mañanas?
Haciendo un promedio, diría que bastante bueno. Cada vez me gustan más las mañanas, suelo despertarme muy temprano, incluso los fines de semana, disfruto de esos minutos de silencio y soledad.
¿Cuál fue tu primer trabajo? ¿Aprendiste algo valioso?
Mi primer trabajo fue de moza, en un bar de noche, cuándo tenía 18 años. Se llenaba de gente y yo no estaba preparada para esa demanda. Aprendí que no hay que alejar demasiado la bandeja del cuerpo porque se corre el riesgo de arrojar todo lo que llevas en ella al cliente y que la gente cuando está de fiesta suele ser muy maleducada, especialmente, con las mozas.
¿Quién es tu héroe/heroína? ¿Por qué?
Me cuesta mucho responder esa pregunta, creo que hay un acto de crueldad no deseada en poner a alguien en ese lugar. No me interesa tanto la imagen del héroe o la heroína porque hay implícita una idea de perfección, estamos todo el tiempo exigiéndole fortaleza a los seres que admiramos y ya sabemos como el sistema se devora a los héroes en un segundo. Pero lo más cercano a ese concepto serían las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, son un ejemplo de lucha y de amor por lo que hicieron, hacen y fundamentalmente, por el legado que dejan a nuevas generaciones. A su vez admiro a muchísimas personas, sobretodo a las que me rodean.
¿Qué experiencia fue fundamental para que decidieras inclinarte hacia la ilustración?
Siempre dibujé, en mi infancia era el modo de llevar a lo concreto algo de lo que sucedía en mi imaginación. De grande estudie diseño gráfico porque era lo más parecido al mundo del dibujo, o al menos eso creí. También pase por la escuela de animadores, estaba cerca, pero dibujar en serie me agotaba y no lo hacía bien, terminaba muy frustrada. Entonces descubrí el mundo de la ilustración y quedé fascinada. Nunca pensé que el dibujo se podía convertir en un trabajo que puedo manejar “casi” a mi antojo.
¿En alguna ocasión te sentiste abrumadx por las redes sociales? ¿Por qué?
Casi siempre, hay algo de la inmediatez que ofrecen las redes que me resulta voraz y me termina abrumando. De todos modos pasan cosas interesantes en ese mundo virtual y trato de ser selectiva en el consumo para no terminar abstraída y desenfocada.
¿Qué te preocupa acerca del futuro inmediato?
La desigualdad social que se profundiza cada vez más en Argentina y en Latinoamérica, acompañada de la crisis ambiental, a nivel mundial, que se suma a la escena de la pobreza como el futuro apocalíptico más temido. Suelo ser bastante pesimista al respecto y me cuesta muchísimo pensar que podemos ser mejores, sobretodo después de la pandemia. En fin, peleo en mi cabeza con ese pensamiento casi todos los días porque todo se vuelve muy hostil.Las luchas feministas me traen un poco de esperanzas, esa manera de construir colectivamente creo que abre caminos a otros sectores.
¿Qué tipo de placer culposo disfrutás a escondidas?
Los jueguitos que tengo en el celu y comer caramelos de menta. Tengo que dejar de comer caramelos de menta.
¿Cuán importante es el ocio en tu vida cotidiana? ¿Es imprescindible?
El ritmo de la vida me parece mal y sé que al escribir esta frase la voy a repetir como un mantra por varias semanas, me pone de muy mal humor no poder desconectar de las obligaciones o pretender que el ocio sea siempre creativo. Sin embargo, me gusta mucho las distintas cosas que hago y a veces resulta invisible el límite de trabajo/ocio. Desde hace un tiempo me obligo a sentarme a ver una serie, a regar las plantas o a estar con amigues, sin la obligación de estar armando un proyecto o un festival y es maravilloso hacer cosas porque sí. Hace poco, sin darme cuenta, le dije a una amiga ¿querés venir a jugar a mi casa? En realidad la estaba invitando a dibujar, me encantó tener cinco años de nuevo.
¿Cuál es tu límite con el consumo irónico?
Milei y todo lo que representa, reproducimos un discurso hasta el hartazgo y encuentro ahí un riesgo muy grande del cual no somos del todo consciente porque la risa esta de por medio. Cada vez me rio menos y me preocupo mas, prefiero el chiste pavo sin pretensiones de superioridad.
Para la mayoría de lxs artistas, desarrollar una voz propia va precedida primero de una fase de aprendizaje y, a menudo, de emular a otros.
¿Cómo fue esto para vos? ¿Cómo describirías tu propio desarrollo como artista y la transición hacia tu propia voz?
Cuándo empece a dibujar profesionalmente era algo que me preocupaba, me esforzaba en distinguirme de algún modo y lo sufría bastante. Con el tiempo fui dejando esa presión de lado porque dibujar me gusta por sobre todas las cosas. Me encanta estudiar lo que hacen otros colegas, me parece un gran modo de aprender y en las redes el trabajo de otres está a la mano, en su justa medida puede ser un beneficio. Creo que la propia voz se va transformando y modificando con el pasar del tiempo, me gusta experimentar con distintas técnicas, mis inquietudes van cambiando y eso supongo que se refleja en el dibujo. Necesito sentirme cómoda al dibujar y es fundamental para abordar un proyecto, trato de decir que no a cualquier propuestas de trabajo que intente llevarme por un camino que no me represente gráficamente. Es muy común, inclusive en algunas editoriales, que el pedido de trabajo quede simplificado en haceme un dibujito, muchas veces siento que la gente no sabe qué hace un ilustrador, la construcción simbólica que hay detrás de una idea para llegar a una imagen.
¿Cómo te llevás con tu rastro digital y tus primeros trabajos? ¿Te ponés detallista y crítica con ese pasado o sos más relajada?
Era muy crítica pero aprendí a domar esa mirada despiadada sobre mí. Ya no soy cruel con mis inicios, creo que tiene que ver con ir creciendo, inclusive me parecen tiernas. En el dibujo, como en cualquier disciplinas, todo es aprender y seguir probando cosas nuevas y eso es lo divertido, siempre está latente la curiosidad.
Siendo integrante de la línea fundadora del Festival Furioso de Dibujo, ¿qué enseñanzas llegaron a partir desde ese esfuerzo colectivo?
El Festival Furioso es un amor correspondido, todas aprendimos y crecimos muchísimo. Cada edición del festival era un salto al vacío que supimos darlo porque estábamos juntas. Creo que fue un puntapié para sacar de la soledad al dibujo y la confirmación de que trabajar en colectivo es una manera de resistencia a tanto individualismo, te ayuda a pensar a gran escala y abrir caminos que en soledad serían imposibles de abarcar.
El imaginario del oficio del dibujo nos presenta la idea de una actividad solitaria. En parte puede ser cierta, sin embargo, en los últimos años la ilustración se convirtió en un punto de encuentro social para quienes practican la profesión/actividad como para quienes simplemente disfrutan como lectores y espectadores.
¿Cómo describirías tu propia experiencia?
Un poco es la continuación de la pregunta anterior. El Festival Furioso de Dibujo existe gracias a que empezamos a juntarnos a dibujar en Plataforma Lavardén sólo con la intención de compartir experiencias, inclusive muchas no nos conocíamos. El simple acto de poder charlar con otres de presupuestos, materiales, ideas, fue tan enriquecedor que de a poco nos fuimos conformando en un colectivo de dibujantas. Rápidamente nos pareció genial la idea de abrir ese espacio a más gente y surgieron Los jueves furiosos de dibujo. Principalmente era un espacio para dibujar, luego sumamos la invitación a un artiste y mientras contaba su proceso de trabajo, el resto dibujaba. Me parece el mejor plan del mundo juntarse a dibujar.
¿Cómo surge la idea de Horóscopo Bastardo?
El Horóscopo Bastardo es un libro de predicciones azarosas que no responde a ningún signo zodiacal. Se pueden leer de cualquier modo y en cualquier circunstancia. Es un horóscopo sin límites, cualquiera puede encontrarse en las predicciones sin la necesidad de tener la luna en tal o cual e inclusive elegir una para cada momento. Tiene algo de Elige tu propia aventura, en este caso sería elige tu propia predicción.
Las predicciones surgieron como una especie de juego, de frases de canciones, de palabras sueltas por amigas, de películas, que fui anotando en un cuaderno. Cuándo me di cuenta tenía varias predicciones y en un principio las reuní en un fanzine.
Recién el año pasado y con el desacelere que impactó en nuestras vidas con la pandemia, fui armando lentamente el libro. En esta segunda etapa incluí las definiciones que dialogan con cada predicción. Ellas también son un poco arbitrarias, no respetan ni los tiempos, ni las conjugaciones verbales, de absurdas y obvias se vuelven complejas. Tanto las ilustraciones como las definiciones esconden un contrasentido a la predicción.
Hay predicciones sobre diversión, resignación, calma, ansiedad, aprendizaje y la lista podría seguir.
¿De qué forma llegaste a la selección definitiva? ¿Hubo predicciones que quedaron afuera?
La idea del libro siempre estuvo dando vueltas porque muchos de los dibujos originales se fueron vendiendo y me entusiasmaba la posibilidad de reunirlas a todas nuevamente en formato libro, más allá de lo publicado en las redes. Cada predicción puede leerse de manera aislada pero al leerlas de corrido, narran una historia, el proceso de ordenarlas fue muy divertido, porque cambiando el orden cambia el sentido de la narración. Quedaron muchas predicciones afuera, que no están ilustradas y ahora las leo y me parecen buenísimas.
Muchas de las predicciones te permiten jugar con las palabras y los significados. Vos elegís qué palabra resaltar, también el sentido hacía dónde querías ir. Tampoco lo hiciste en todas las predicciones como una regla, más bien es una vuelta de tuerca.
Por ejemplo en “Hay que estar atentos” elegiste estar, no atención aún cuanto el gato tiene 3 ojos.
¿Cómo fuiste trabajando eso? ¿Cuán divertido fue jugar hasta casi aventurarte a un diccionario tuyo?
La etapa de las definiciones llegaron mucho tiempo después, me costo bastante encontrar un sistema que dialogue con los horóscopo, sin competir con ellos. Las páginas de las definiciones toman un color del dibujo y a su vez la pagina de los horóscopos avanzan hacia la de las definiciones, visualmente quedan integradas y cada cual tiene su propio peso. La elección de la palabra tiene la misma lógica bastarda que la predicción, podríamos decir que es un diccionario bastardo, oficia de traductor de metáforas, le suma un contrasentido o refuerza la predicción, de algún modo, están ahí, resaltando lo obvio que se pretende pasar por alto.
La diversión es parte de la experiencia del Horóscopo Bastardo. Aparece tanto en la lectura cotidiana individual como en una compartida por varias personas, en alguna ocasión especial.
¿Durante el proceso de realización del libro pensaste en el otrx en ese sentido o simplemente fue surgiendo de acuerdo a lo que te divertía a vos?
Cuando dibujo o escribo, mentalmente, siempre entablo un diálogo con alguien imaginario, generalmente son mis amigues . La dinámica del Horóscopo Bastardo tiene que ver mucho con mis vínculos, con todos ellos comparto el humor, hacer un poco mas liviana la existencia me resulta fundamental a la hora de relacionarme. La idea principal del libro, es justamente esa, poder compartir, atravesar las tormentas y las alegrías desde un lugar amable, que permita reírse y pensar sin caer en desesperación.
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